El 26 de Marzo el Presidente Javier Milei, disertando en el Foro Económico Internacional de las Américas, sostuvo que "la educación pública ha hecho muchísimo daño lavando el cerebro de la gente". Y sobre el marxismo que destila la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA ironizó: "Yo siempre hago el chiste de que si ustedes van a la Universidad de Buenos Aires, a la Facultad de Ciencias Económicas, y preguntan quién es Ludwig von Mises, le van a decir que es el 9 de Holanda. Para otros es el mejor economista de todos los tiempos junto a Murray Newton Rothbard. Eso sí, al barbudo alemán, al empobrecedor de Marx, sí lo conocen".
Ese mismo día a través de su cuenta de X, el economista y diputado radical Martín Tetaz rozó el paroxismo de lo idílico ensalzando la supuesta libertad de pensamiento en la UBA al escribir: "Justamente lo mágico de la universidad pública es que si no te gustan los contenidos de un profesor, podes inscribirte con el de la otra cátedra y si no se dan los autores que te gustan, podés como docente presentarte al concurso, ganarlo, e incluir el autor que quieras".
Más pragmático, el senador Martín Lousteau, el insólito presidente kirchnerista del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), fue por la defensa de la caja y la magia de los porotos [como eludiendo la cuestión de fondo], al decir: "Hay que dejar de buscar excusas que justifiquen el desfinanciamiento a las universidades que aplica este gobierno".
Ahora bien, según los radicales en cuestión, la UBA es un paraíso del libre pensamiento, pero resulta que al vicerrector de la UBA, el también diputado radical y ladero de Lousteau Emiliano Yacobitti, se le escapó un sincericidio al arengar enérgicamente con que "no es compatible educarse en la UBA y votar a Milei". Muy democrático el también boxeador aficionado que asevera querer golpear al vocero presidencial Manuel Adorni.
El Presidente Milei haciéndose eco del sincericidio de Yacobitti, no se guardó la respuesta y fiel a su estilo la soltó en X: "Y después te arman cartitas idiotas con salames funcionales indignados negando adoctrinamiento en la UBA. Y luego aparece una de sus máximas autoridades con claro mensaje de adoctrinamiento. Muchas gracias @Yaco_Emiliano por darme la razón en tan poco tiempo. VLLC...!!!".
El radicalismo hace décadas que se cree dueño de la UBA y solamente es cómplice de su decadencia. Ha elegido ser comparsa del kirchnerismo, y la prueba está en que todos estos adalides de la libertad de cátedra, que en realidad piensan lo mismo que vomitó Yacobitti, no dijeron otra cosa que no sea manifestar su beneplácito cuando en la UBA se prohibió pensar a contracorriente, imponiendo como regla de sumisión y adoctrinamiento la cobardía intelectual.
Porque en la UBA la libertad de pensar tiene los límites que impuso el kirchnerismo al pluralismo y la libertad de cátedra. Y son esos límites, puestos donde no deberían existir, los que determinan un adoctrinamiento que abarca toda la educación pública desde la salita de jardín de infantes hasta el claustro universitario.
El 8 de Agosto de 2012 el Consejo Superior de la UBA, por resolución unánime, excluyó del programa UBA XXII a condenados y procesados por delitos de lesa humanidad. “Una clara expresión política”, dijo jactancioso el el entonces rector Rubén Hallú. Así, todos los consejeros, asesorados por Eugenio Zaffaroni, en ese momento ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se mostraron temerosos porque unos pocos individuos, privados de su libertad, pudieran ser sostenedores de un “discurso negacionista” que habría de postular en el propio seno de la Universidad la pretendida legitimidad de delitos masivos.
Olvidaron, o quisieron hacer olvidar, que las convicciones democráticas se demuestran reconociendo los derechos del otro, en especial cuando ese otro nos causa aversión. Tal es la esencia profunda de los derechos humanos. Sin embargo, rondando la cobardía intelectual, los mismos que sin inmutarse dieron, dan o darían clases a parricidas, terroristas, narcotraficantes y tratantes de personas incurren en discriminación contra una parte específica de la población carcelaria; aquella a la que se endilgan delitos que refieren un contexto histórico bien determinado y por motivaciones políticas.
Pensar nunca es cómodo, ni debe serlo. Todavía vigente, ese pronunciamiento del Consejo, además de absurdo, implica una claudicación ética: demuestra que el pensamiento dentro de la Universidad de Buenos Aires queda limitado, sometido a parámetros de estricto no cuestionamiento.
Curiosos intelectuales los que tienen por jactancia la alineación política y no la duda. Obrando como fundamentalistas han hecho de la cobardía intelectual la regla a seguir. Baja y triste medida para una casa de altos estudios.
Si los radicales no fueran los traidores a Leandro N. Alem que son, nunca se hubieran prestado a ser comparsa del kirchnerismo y hubieran alzado su voz para evitar que en la UBA se prohibiera pensar.
Pero no lo hicieron. Al contrario: bregan porque se añadan proscripciones a las ya existentes. Porque una sola es formal, pero hay otras que son de hecho. No sólo le tienen miedo a las razones de hombres que hace rato doblaron el codo de la vida, le temen todavía más a las razones de los jóvenes que se rebelan contra los que quieren callar el grito sagrado del Himno Nacional:
"¡Libertad, Libertad, Libertad!".
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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