Me conocen en algunos círculos pero no soy famoso ni pretendo serlo.
Así mis dos blog's no son masivos, aunque algunos artículos sumen miles de visitas. Lo mismo pasa con mis tuits o posteos de Facebook.
Puedo decir que soy como aquel reloj de Les Luthiers: "pour la minorie"🤣
Téngase presente que inicié mi cuenta de Twitter en 2017 y recién en setiembre de este año alcancé los 6.000 seguidores, algo con lo que he bromeado posteando la foto con Cerebro, mi Community Manager y asesor de medios, cuyo plan es que llegue a millones de seguidores porque entonces "¡¡¡Conquistaremos el mundo!!!" 😅😂🤣
Para que nadie se confunda, ni fingir modestia: ¿Me gustaría tener muchos más seguidores en X y lectores en el blog? Sí, obvio. Nadie escribe y publica sin querer que sus ideas lleguen a tantos como se pueda. Pero es casi seguro que no tengo la capacidad para plantearme siquiera ese objetivo. No escribo para ser masivo, aunque lo quisiera, sino para expresar mis ideas y sentimientos. Mis convicciones.
Sumar seguidores por goteo, lentamente, tiene una ventaja que es cierta seguridad de ir compartiendo con quienes están en una misma y sincera sintonía, pues supongo que nadie me sigue porque sí, sino porque algo de lo que escribo le resulta de interés y ojalá movilizante.
Ahora bien, a causa del video que se hizo viral conmigo hablando de Malvinas, Thatcher y los políticos argentinos, pasé en pocos días de 6.000 seguidores a 9.000. Un crecimiento del 50%.
Me alegra, pero también creo que esos nuevos seguidores seguramente no me conocen.
Para no decepcionar creo preciso les advierta que de mí dicen muchas cosas.
Se dice que soy la pluma de más talento, una mente racional y esclarecida, galán maduro a punto caramelo con un fino sentido del humor etc, etc, pero también se dicen muchas mentiras.
Algunas de esas mentiras son:
- Que soy militar.
- Que soy nazi o fascista,
- Que soy masón.
- Que espié carapintadas en Croacia.
- Que llamé a matar a Alberto de la Fernández.
- Que soy golpista y procesista.
- Que... en fin. Seguiría la lista pero me aburre.
Algunas de esas mentiras casi son un elogio, como que me crean militar (soy 100% civil), otras como ser acusado de masón por algunos "cazadores de masones" me divierte, y a ninguna le doy mucha importancia.
Pero tampoco puede uno permanecer indiferente ante las mentiras.
Porque el problema con las mentiras es que alguien las publica, como hizo Contextual, varios medios la difunden, como pasó, y aunque uno acepte luego la retractación y disculpas hay quienes no se enteran, por eso este posteo.
Al respecto ver estas notas:
1) https://plumaderecha.blogspot.com/2023/11/andres-piazza-la-paradoja-del.html
2) https://plumaderecha.blogspot.com/2023/11/retractacion-de-contextual.html
Esto que escribo viene a cuento de una desagradable situación donde un fulano, con la torpeza propia de la soberbia amateur, creyó que googleando me podía desacreditar ante otra persona que, por suerte, estaba al tanto de la retractación.
Pero ahí estaba el riesgo de daño que implican ese tipo de mentiras. No pasó a mayores. Y menos mal que conservo el buen humor.
un liberal que no habla de economía.