jueves, 22 de agosto de 2019

El DR JUSTO FICA NEGOCIA CON DONALD TRUMP




El Dr Justo Fica, distinguido jurista que todo lo justifica, llega corriendo a mi estudio y en un estado de exaltación notable me dice que tiene la solución definitiva para la Argentina. Tardo un buen rato en calmarlo y recién cuando una de mis secretarias le trae un té de chocolate con pétalos de rosa y un ligero toque de menta, infusión que serena los espíritus y alguna vez estuvo de moda entre los guapos que concurrían a lo de Hansen, el notable colega puede expresarse con claridad.

- Querido Ariel -me dice- yo sé que Donald Trump es tu amigo y te consulta permanentemente. 
- Sí Doctor, tengo con Donny un trato muy fluido, personal y profesional. 
- Bueno Ariel, necesito que me comuniques con él. Tengo una propuesta que no podrá ni podremos rechazar. 
- No tengo problemas en comunicarlo, Doctor. Pero, póngame en autos para saber de qué se trata. 
- Una oportunidad histórica, para dejar de ser un país endeudado, dejar de ser un país empobrecido, dejar de ser un país estancado en el pasado, dejar de ser un país errático en el que el resto del mundo no puede confiar, en definitiva dejar de ser un país, que es algo en lo que nos va para la mierda.  
- No lo entiendo Doc...
- Groenlandia, mi amigo. Dinamarca, donde siempre algo huele a podrido, ¡ha rechazado la oferta de Trump!
- ¿Y eso qué tiene que ver con nosotros?
- Abrí los ojos Arielito, es el momento de pasar al frente. Donald tiene los bolsillos llenos de dólares que le queman de ganas de invertir, y los dinamarqueses no han sabido aprovecharlo. ¡Es el mejor escenario para vender!
- ¿Vender qué? 
- El país, entero, tal y como está sin beneficio de inventario y sin hacernos cargo por cualquiera de los muchos vicios redhibitorios que tenga. 
- ¡No! De ninguna manera, ofende usted mi sentimiento patriótico...
- Al contrario, vender es el acto soberano por excelencia y mucho más si no se vende al mejor postor sino al comprador que uno elige, la traición es subastar, eso sí es cobarde y vil, dejarlo en manos de cualquiera sin decisión, sólo por monedas, pero vender con sabiduría es patriótico. 
- Doctor, tengo un gran respeto por usted pero enloqueció. 
- ¿Locura? Locura es dejar que Alberto Fernández sea electo Vicepresidente..
- Presidente -lo corrijo sin ocultar mi fastidio-.
- No. Él mismo dice que será Vicepresidente, pero el orden de los factores no altera el producto, él o ella le van a regalar el país a Cuba, ¿queremos eso?
- Desde luego que no. 
- ¿Y cómo evitarlo?
- Ejerciendo ciudadanía, con patriotismo y convicción republicana. 
- Ajá, hum, claro... todo eso, ¿y cómo nos está yendo con eso hasta ahora?
- Como el culo.
- ¿Un culo lindo, quizá?
- No. Uno feo con hemorroides sangrantes... 
- Ah! Como el culo en su peor acepción. Y al paso que vamos ni para pomada hemorroidal...

El Dr. Justo Fica se pone de pie y como siempre hace cuando está a punto de justificar algo que parece injustificable se riza el bigote, entonces sentencia: 

- Ya lo dijo el General San Martín: "Mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles; mi edad mediana al de la Patria; creo que me he ganado mi vejez".
- No entiendo qué quiere decir con eso.
- La Patria es como San Martín, la afinidad es evidente, fue parte de España, se arruinó con nosotros y merece una vejez sin sobresaltos. Asumamos que le hemos fallado, es hora que sea libre de nosotros. 

Asumiendo una pose erguida, de inmortalidad esculpida en mármol, con la diestra clavando el pulgar bajo la axila del mismo brazo y llevando la mirada al más allá pronuncia con voz grave la sentencia que acompaña el gesto grandilocuente de su siniestra: 

- Argentino, si amas a tu Patria, déjala ir. ¡No la hundas más! 

Me quedo pasmado por la inconcebible escena. Una parte de mí quiere echarlo de mis oficinas y que los guardias de seguridad lo saquen sin que toque el piso hasta arrojarlo a la vereda. Pero en medio de mis tribulaciones, algo me dice que ese notorio abogado al que tantos admiramos, con sus anticuados trajes, de chaleco y polainas, con el mostacho que tiñe de negro en tintura que delatan las canas de sus cabellos, a pesar de lo hiriente que suenan sus palabras conserva, de modo muy extraño, un puro sentimiento patriótico.  Me confunde cargándome de dudas y en ese instante suena el teléfono. No cualquiera de mis celulares sino ese teléfono. El que utilizo solamente para comunicarme con Donny. De modo inconcebible el Dr Justo Fica intuye, tal vez por la expresión en mi rostro, que quien me llama es Donald Trump, el 45º Presidente de los Estados Unidos de América. 

- ¡Es él! ¡No me mientas Ariel, sé que es él!

Lo miro con enfado y molestia mientras contesto el teléfono. La voz de Donny se oye cansada. 

- Dear Ari, my friend! 
- Hola Donny. 
- ¿Puedes hablar, tienes un momento o sigues ocupado?
- Sí Donny, puedo hablar, aunque estoy justamente con una persona que me estaba pidiendo hablar contigo. 
- ¿Quién quiere hablar conmigo? 
- El Dr. Justo Fica. 
- No lo conozco. ¿Quién carajo es ese?
- Un jurista muy respetado en Sudamérica, que cree puede ofrecerte una alternativa a lo de Groenlandia.
- ¡Pásame con él!
- Donny no sé si yo estoy de acuerdo con prestarme a esto. 
- Deja que yo me encargue, estoy furioso con este tema -su voz se torna entusiasta, agresiva, como Donny suele ser- y si tiene algo que sirva para joder a esos putos dinamarqueses estoy dispuesto a escucharle. 
- OK Donny, pero yo no creo que esta conversación termine bien, pongo el teléfono en altavoz, te mando un abrazo y me llamo a silencio. 
- Abrazo Ari. Luego hablamos. Y usted Doctor Ficus, vaya al grano, quiero saber qué tiene para mí. 
- Mucho gusto señor Presidente, soy Justo Fica, no Ficus.
- Al grano Ficus, quiero escuchar qué me propone no que me corrija.
- Bien, Dinamarca rechazó su generosa oferta por Groenlandia y usted debe demostrarles que perdieron la oportunidad de sus vidas y hacer que lo lamenten por siempre. 
- Yes, eso quiero. Pero no puedo tirarles así porque sí algunas bombas de hidrógeno...  Entonces ¿cómo? 
- Simple, Mr Trump: comprando otro territorio en el que pueda proyectar toda su visión de progreso para que los dinamarqueses se muerdan los codos de envidia. 
- ¿Y ese territorio cuál sería?
- Argentina, al sur de Bolivia.
- No, no. Ari me cuenta cómo están las cosas por allí, mucho lío, Argentina está jodida, ustedes son millones, en cambio los groenlandianos o como mierda se llamen no llegan a cien mil.
- Tiene usted razón Mr. President. Pero estaremos de acuerdo en que esta tierra es tanto o mejor que la de Groenlandia. 
- Sí, sí, los cuatro climas, la tierra negra, cordillera, mares, selva, llanura, muy lindo todo, pero lleno de argentinos. No, no, no. No lo veo viable y no es una cuestión de dinero, es que no me gusta comprar problemas.
- Entiendo su punto, pero estoy preparado para ofrecerle algo que lo haga cambiar de opinión. 
- Tengo poco tiempo Ficus, no me está convenciendo y voy a cortar; al grano.
- Que tal esto: le vendemos la Argentina y si paga lo suficiente nos mudamos todos a Dinamarca, a Groenlandia específicamente. De esa forma mataría dos pájaros de un tiro, dejaría a su país un legado de otra estrella en la bandera y a...
- ¡Y a Dinamarca hecha mierda! ¡Yes! ¡Yes! Good idea. 

Ellos siguen hablando hace media hora, yo estoy bebiendo mi segundo whisky Jack Daniels Sinatra Century y me pregunto: 

- ¿Qué he hecho? ¿Qué he hecho?




Ariel Corbat, uno que escribe.












martes, 13 de agosto de 2019

MACRI Y LA ECUACIÓN CLAMOR: (-M x L + GC + E) = R - F²



En 1890, sintetizando en forma magistral el resultado de la Revolución del Parque, Manuel Pizarro acuñó la célebre frase por la que se lo recuerda: "La revolución está vencida, pero el gobierno está muerto".

Luego de las elecciones P.A.S.O. del 11 de Agosto de 2019, todavía no se ha instalado una frase que con igual rigor y acierto describa lo ocurrido, pero el final es idéntico: el gobierno está muerto. Resta saber que tan vencida está la República. 

Aquí, en esta encrucijada de la historia, tras 12 años de régimen totalitario y casi cuatro desperdiciados por el progresismo, el punto vital es que la República debe sobrevivir al gobierno. 

Mauricio Macri tiene el dilema de Ménem: si persiste pierde, si se baja sin más abandona a la República. Tal vez pueda salvarla si resigna su candidatura a la utópica reelección para apoyar al tercero. 

Se requiere en esta hora un gesto de grandeza presidencial. Que haga, de una buena vez, lo que se debe hacer para que no gane la fórmula Fernández al cuadrado: o sea, que resigne su candidatura habilitando un "Consenso por la República" que deje la centralidad del escenario a la fórmula integrada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, porque Macri no puede recuperar votos que fueron con Fernández, pero Lavagna sí. Ese es el detalle.

Ese cimbronazo de escenario podría cambiar el final anunciado y despertar junto con el adormecido espíritu republicano una renovada épica electoral. 

Desde luego es difícil que el Presidente Macri acepte la opción Lavagna, en principio porque supone remover la soberbia cambiemita, pero también es la única ecuación que podría desplazar a Alberto Fernández. Se necesitan voces que conviertan la ecuación en clamor, hasta instalarla en la conciencia del Presidente:

(-M x L + GC + E) = R - F²  

Donde menos Macri por Lavagna, más Gómez Centurión más Espert es igual a República menos Fernández al cuadrado.


El gobierno está muerto, que la República no sea vencida.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.




miércoles, 7 de agosto de 2019

EL PENSAMIENTO CUADRADO




A tal extremo ha perdido la República Argentina su capacidad de pensarse en términos sustentables de proyección política, que es imprescindible cobrar conciencia de la necesidad de volver a lo básico, al "pensamiento cuadrado".

Por mucho tiempo buscamos el atajo y la genialidad de lo que saliera de la norma, sólo para descubrir que es mucho más fácil ser un idiota que un genio y que la velocidad a la que se propaga la estupidez es mucho mayor que la del contagio de la brillantez.

Ocurre que si desafiar la lógica en el arte puede conducir a la belleza, hacerlo en materia institucional sólo conduce a lo horrible.

Durante mucho años hemos juzgado al "pensamiento cuadrado", como una limitación. Pero hoy, cuando el principal problema del país es entender y superar la dificultad para alcanzar la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional, es imperioso revalorizar nuevamente los márgenes de pensamiento y acción fijados por los constituyentes.

Pensar cuadrado es pensar dentro de esos límites, tener un esquema, organizarse en él, seguir un orden para ser previsibles en el corto, mediano y largo plazo. Estar encuadrados no significa abandonar la creatividad ni el ingenio, sino darles la mayor utilidad al mantenernos enfocados en lo esencial.

Volver a ser rígidos para que al destino lo rija nuestra voluntad antes que el azar.

Dentro de la Constitución Nacional todo lo útil, no hay nada que sirva por fuera de ella.

¡Constitución o muerte!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

LA SONRISA DE JAMES COBURN

LA SONRISA DE JAMES COBURN