domingo, 30 de junio de 2019

SUBVERSIÓN DE BANDERAS POR TRAPOS


EL ENEMIGO FUE CUBA, Y LO SIGUE SIENDO

En Enero de 2018 la agrupación de abogados BLOQUE CONSTITUCIONAL denunció ante la Cancillería que el embajador de Cuba en Argentina, Orestes Pérez, bajo pretexto de “solidaridad” incumple la obligación de no inmiscuirse en los asuntos internos del país a través de  la denominada "Propuesta Tatú" (así llamada por el apodo del criminal Ernesto Guevara en el Congo). Mediante esa fachada, se difunden las “bondades” de la “revolución cubana”, de sus movimientos guerrilleros y el culto a la personalidad de Ernesto Guevara, no siendo ajena a la toma de tierras y otros conflictos de las zonas en que eligen activar; llegando al punto inadmisible del adoctrinamiento comunista de niños argentinos. Y esa es apenas una de las operaciones que Cuba activa en Argentina. 

El gobierno del Presidente Macri ignorando la denuncia no tomó ninguna medida para poner fin a esa intromisión extranjera. Y por supuesto aprovechando la pusilánime permisividad las cosas se agravaron.  

Así, el 20 de Junio de 2019, la Escuela Pública de Gestión Social Nº2 del barrio Emerenciano en Resistencia, Chaco, izó en el mismo mástil la Bandera Argentina junto con la cubana homenajeando al terrorista Ernesto Guevara. Queda claro que la tiranía cubana y su terrorista estrella, que fue ajusticiado intentado invadir Bolivia, representan todo lo contrario del estilo de vida argentino tal como lo establece la Constitución Nacional y, por lógica, no debe tolerarse que sean impuestos como modelo a los estudiantes argentinos.

Menos aún cuando, lejos de ser espontáneos, actos de tal índole vienen orquestados desde La Habana, que sigue manteniendo operaciones de infiltración al estilo de la Guerra Fría ejecutados desde la embajada en Buenos Aires. De hecho, en ese acto estuvo presente el hermano del Che, Juan Martin Guevara, otro elemento vinculado al embajador castrista.

La embajada de la tiranía parasitaria cuenta con una gran red de serviles locales que incluye agrupaciones políticas de izquierda, organizaciones sindicales como la CTA, las supuestas organizaciones de derechos humanos e infiltrados en estructuras estatales incluyendo la sumisión del gobierno socialista de la Provincia de Santa Fe como otros de extracción kirchenrista. Y si en la década del 70 Cuba atacó a la Argentina dirigiendo organizaciones terroristas, Montoneros y ERP principalmente, hoy lo sigue haciendo a través de la cultura y la política en procura de arrastrar a la Nación Argentina bajo su dominio. 

Con el fracaso de la Unión Soviética, la intelectualidad comunista comprendió que el proletariado aprecia más la oportunidades del capitalismo que la lucha de clases, por lo que busca al nuevo sujeto revolucionario en cualquier conflicto que pueda fogonearse dentro de sociedades capitalistas explotando sus contradicciones. 

En el caso argentino la tienen particularmente fácil, porque el "entrismo" comunista tantas veces repelido por el peronismo, a fuerza de discursos y tiros, consiguió finalmente doblegar a la ortodoxia peronista dando lugar a doce años de kirchnerismo, régimen ignominioso que llevó adelante un proceso orwelliano de desmemoria y control social, al que le sucede un gobierno progre, incapaz de comprender la batalla cultural e involucrarse en ella.

INEPTITUD Y COBARDÍA

No es casualidad que el mismo día que en Chaco se izaba la bandera cubana cantando al Che Guevara, por segundo año consecutivo el Presidente Mauricio Macri no se atrevía a encabezar en Rosario el acto oficial por el Día de la Bandera. La cobardía con que se acepta la imposibilidad de garantizar la seguridad del Presidente refleja la falta de convicción para afirmar la identidad nacional y las instituciones. A tal extremo, que unos días luego de aquel repetido papelón, en el propio Ministerio de Seguridad de la Nación se pudo ver flamear con pretensiones de bandera un trapo de dominio cultural marxista completamente ajeno a su misión.



Los mismos inútiles que no pueden garantizar la seguridad del Presidente de la Nación en el acto oficial por el Día de la Bandera, exhiben su incompetencia equiparando un trapo a la enseña patria. Otro mamarracho al que se llega por no entender que el enemigo existe y juega.

En este punto conviene recordar que siendo funcionarios de este gobierno Juan José Gómez Centurión y Darío Lopérfido, lo mismo que el legislador bonaerense Guillermo Castello, se plantaron contra la mentira de los 30.000 desaparecidos y todos ellos debieron irse de CAMBIEMOS. Ahora y con la misma verdad, el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro repudió el izamiento de la bandera cubana en un acto escolar y aseguró que Ernesto "Che" Guevara fue un "criminal genocida". ¿Cuánto tardará en salir del gobierno?

La hipocresía activa de los comunistas sobre la zoncera de los progres debilita los criterios institucionales de la Argentina, entorpeciendo con ello la resolución de conflictos reales y dando entidad de tales a otros que son enteramente artificiales. El significado de la palabra "subversión", que ningún político argentino se atreve siquiera a pronunciar y tampoco a pensar, por el miedo ridículo a descubrirse videlista (a ese extremo se ha vaciado de contenido el lenguaje en tiempos de imbecilidad inclusiva), es la acción y el efecto de subvertir, trastornar o alterar algo, especialmente el orden establecido.

EL ORDEN ARGENTINO

Argentina fue pensada para vivir bajo la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional, todo lo que pretenda imponerse por fuera de su marco jurídico e ideológico es subversión del orden establecido. Es preciso tener claros esos conceptos, porque permiten mantener bien orientadas las acciones al interpretar correctamente el deber ser de las funciones públicas para garantir con ello la convivencia social. 

Así el Escudo, la Bandera y el Himno son símbolos de la soberanía de la Nación Argentina y de la majestad de su historia, como también -por supuesto- de su ordenamiento jurídico.

Miles de argentinos en nuestro territorio y más allá de él, han dado su vida en combate para mantener ondeando la Generala Albiceleste. Y no sólo argentinos, también extranjeros, como el Coronel Davian, corsario que murió protegiendo el pabellón azul y blanco en los lejanos altos rocosos del puerto de Trujillo, sobre el Caribe centroamericano. Toda la sangre tributada por el honor y la gloria de la República Argentina hace al orgullo de la Nación. La fama de unos y el anonimato de otros es meramente circunstancial, la Patria en todos ellos. 

Y justificando esas muertes está la vida, porque la Bandera Nacional representa un estilo de vida basado en la Libertad, instrumentalmente propiciado por la Constitución Nacional. Donde ondea la Generala Albiceleste hay un "deber ser" de Libertad. Ese mismo "deber ser" que atrajo inmigrantes de todo el mundo, como hoy cobija a venezolanos escapados de la dictadura comunista que sobre el triste Caracas esparce luto, llanto y muerte igual que cuando López y Planes escribió el Oíd Mortales.

Comprender lo que la Bandera Nacional representa, hace totalmente ofensivo que se pretenda equipararla a la de una dictadura o a cualquier andrajo de facción. Ofende que con motivo del denominado "día del orgullo gay", o "día del orgullo LGTB" por la cada vez mayor especificación de preferencias sexuales, distintas dependencias púbicas, perdón!: públicas; cediendo al lobby de minorías hiperactivas organizadas para imponer la ideología de género y al progresismo como nueva religión oficial, exhiban en su frente el trapo multicolor. Es la misma sobreactuación progre que colgó harapos verdes a favor del aborto irresponsable, y otra manifestación del más absoluto desprecio hacia los criterios institucionales que surgen de la Constitución Nacional. 

En la plena vigencia de la Constitución Nacional, que representa y exige la Bandera creada por Manuel Belgrano, están contemplados todos los derechos posibles a los que cualquier habitante de la República Argentina puede aspirar. Ni más ni menos. Con total independencia de cualquier parcialidad de pertenencia. Dar entidad oficial desde el Estado a los trapos de facción, lejos de promover la igualdad de derechos y obligaciones, apunta a consolidar los incumplimientos constitucionales de la casta política; la cual se fortalece con la confusión y defiende sus propios privilegios segmentando arbitrariamente los derechos con inadmisibles preferencias de regímenes especiales y tutelajes varios. 

Desde lo simbólico hasta lo fáctico, desvirtuar las instituciones tiene efecto negativo sobre la calidad de vida y afecta la convivencia con preferencias irritantes. El Estado no debe estar disponible para los caprichos de los funcionarios, ni doblarse frente a grupos de presión, porque su función no es satisfacer demandas sectoriales según la fuerza de la campaña que lo demanda, sino cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional. Eso y ninguna otra cosa. 

Y la mayor demostración de la estupidez estatal, consentida por este gobierno, es que al contraponer a la Generala Albiceleste con el trapo multicolor, en lugar de integrar afirman que los homosexuales no están representados ni amparados bajo nuestra Bandera y por eso necesitan de otra. Lo cual es tan absurdo como ofensivo para el amor de Patria, que en nada cambia por preferencias sexuales. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía. 

domingo, 23 de junio de 2019

¿QUÉ DESEAN REALMENTE LOS ARGENTINOS?



No soy más que un individuo con su opinión y un voto.

No soy gurú de nadie.

Un individuo, una opinión, un voto. Sólo eso.

Y los dueños de la verdad y la sabiduría,
que se atribuyen la curiosa virtud de ser la única opción posible,
 me dedican su intolerancia...

Temen.





Tras el cierre de listas de candidatos para las PASO, el 22 de Junio de 2019 debería ser recordado como el "Día de la democracia fallida". 

No hay ningún candidato, ni uno, que lo sea por el voto de los afiliados de su partido en elecciones internas. 

Así es como la representatividad se encuentra viciada desde su base: por la falta de vida institucional en los partidos políticos donde los afiliados no tienen ni voz ni voto. Y en la voluntad evidente por mantener ese vicio, evitando cualquier intento de sanear la representatividad, se manifiesta consolidada la mutación de la dirigencia política en casta.

Esta casta política, en defensa de sus privilegios, mantiene un sistema electoral ajeno a la ética republicana, lo que no es más que una ficción del sistema representativo que dispone la Constitución Nacional en su artículo 1º. Vamos a las PASO, obligados por una ley hipócrita y decorativa, cuya única finalidad es fingir un vínculo inexistente entre supuestos representantes y representados. Dilapidando en ello muchísimo tiempo y dinero, recursos siempre escasos de los que el país no dispone.

Las PASO no son un logro de la democracia, sino la expresión más obscena de su usurpación y vaciamiento; la patética burla a la ilusión democrática de 1983 devenida en frustración consuetudinaria.  

Esta puesta en escena es un decorado democrático que sólo sirve a las camarillas políticas con sellos de goma que desaniman la participación ciudadana. Pero esa voluntad de casta, de club cerrado que hace a la perpetuación de una misma dirigencia, no sólo en personajes sino en métodos y cultura, no libra de culpa al ciudadano que ante los obstáculos se retrae de la política: un pueblo de conciencia débil y voluntad conformista, resignado, se merece la representación de esa dirigencia execrable que, privilegiando su propia conveniencia, no da muestras de creer en otra cosa que no sea su última mentira.

No hay indignación cívica frente a la escandalosa falta de convicciones y palabra que exhiben los políticos de la casta. Si el oficialismo recluta a Miguel Ángel Pichetto, Sergio Massa vuelve al totalitarismo kirchnerista, o Jorge Macri violenta su compromiso (público y firmado) de no postularse a un tercer período como intendente de Vicente López, no hay ningún reproche, ninguna sanción por la inconducta. Cualquier cosa es posible y todo vale. La falta de honorabilidad es lo corriente.

Las listas de la casta política confirman que la decadencia argentina seguirá por al menos otros cuatro años. Sin honestidad intelectual, sin ideas ni principios que aspiren al bien común, esos nombres para el gasto de las PASO muestran no entender que el país necesita instrumentar una austeridad republicana tal que haga parecer hedonistas a los espartanos y la vuelva parte de su cultura. La batalla cultural es volver a la racionalidad del país pensado y regido por la Constitución Nacional, que intente resolver sus problemas en lugar de acumularlos. 

Pero además de conservar afanosamente sus propias miserias, la casta política se dedica a evitar que se activen los anticuerpos de la sociedad. En estos días las operaciones contra las candidaturas de Juan José Gómez Centurión y José Luis Espert, fueron mucho más que la pasiva resistencia del ninguneo periodístico y mediático pretendiendo encapsular a los outsiders de la política en el estereotipo de lo inviable. Hay un pronunciado rechazo de la casta a la reacción por derecha, la única que no le es funcional desde que la cultura imperante es el fundamentalismo progre, que tiene por libro de cabecera el diccionario de la corrección política escrito por la izquierda.



Escucharlo a Aseff, defender lo indefendible de su traición de última hora contra Espert, argumentando que el país no quiere que los dirigentes políticos estén peleados entre sí, demuestra que esta democracia no es tal, sino un club cerrado y grotesco a medida de personajes incapaces de sostener su palabra.

La política no está puesta al servicio de la Patria ni del pueblo, sino al exclusivo beneficio de la casta política que se reparte cuotas de poder con el único fin de preservarse. No hay República, ni democracia, tampoco una clase dirigente aristocrática. Son eso que vemos en las listas confeccionadas a dedo según el mandamás de cada camarilla, y que luego se darán un barniz democrático con la farsa de las PASO; para que parezcan representan algo más que el interés de la casta.

La Constitución Nacional, dispone desde la reforma de 1994 en su Art 38, que "Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático", pero al cierre de las listas lo único "fundamental" son los dedos que ungen candidatos. No tiene intención la casta política de cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional, ni de asumir la realidad de los problemas del país, por eso no se habla de la reforma estructural y funcional del Estado, ni se habilita una revisión legal del sistema electoral y de partidos para sanear la representatividad desde el protagonismo de los afiliados. La miserable mezquindad de la casta política argentina, que es apreciable todos los días, exhibe a estas horas la desesperación por mantener sus privilegios a costa del fracaso del país. 

La casta política está de fiesta, una fiestita que nos cuesta de arranque $ 3.000.000.000. A puro dedo providencial y rosca de camarillas. Somos un país esclavizado y a la deriva.

Y en este panorama donde las alternativas parecen reducirse a dos, Ezeiza para los jóvenes y Chacarita para los viejos, la pregunta realmente difícil de responder es ¿qué desean realmente los argentinos? No tengo la respuesta. Repudio a los que votan una manifiesta asociación ilícita, y no entiendo  a los que se conforman con un presidente cobarde, que en lugar de poner el cuerpo en el acto por el Día de la Bandera se escondió en un ámbito cerrado rodeado por chicos de escuela primaria (lamentable maniobra antiprotestas).

Finalmente aborrezco a ambos, porque por mucho que alardean de ser distintos no se repelen entre sí, cosa que harían si fueran incompatibles. Por el contrario, se apoyan mutuamente para seguir existiendo. 

Al contexto de apatía cívica pareciera, como alguna vez observó Lavalle durante la dictadura de Rosas, que los esclavos están muy contentos con sus cadenas. No hay un horizonte ideal ni aspiración alguna de llegar a él en la generalidad de la población, ni anhelo colectivo de superación en las masas, ningún pensamiento organizado y estructurado como camino de realización. No hay dirigencia, ni hay política. 

Simplemente hay, amén de algunos pocos quijotes, muchísimos mendigos que esperan levantar alguna migaja en el festín del neofeudalismo. La casta tal vez haya logrado dañar las instituciones y degradar la cultura del país en tal medida que no haya nada que esperar, como si a aquella Nación orgullosa que cantaba el Oíd Mortales se la hubiese llevado el viento.

Asumamos que llegamos a esto por idiotas. Porque, al fin de cuentas, el país sigue siendo el mismo que hizo grande la Generación del 80, y no por ser lumbreras que lo hemos convertido en la tierra de los nadies. Debemos ser idiotas si de 1983 a hoy no hemos hecho otra cosa que decaer. 

Entonces seguimos en el mismo dilema del 2015, viviendo otra vez nuestro día de la marmota. 


ROBAR AL VIENTO

Iba a exiliarme en un país de recuerdos,
de leyes sabias y glorias pasadas,
pero era marchar con Lavalle a la locura,
pretender ser Alberdi o un Sarmiento;
aquella, mi Patria, se la ha llevado el viento.

Quizás vaya a buscar el calor de otro fuego
aquí me hiela un frío de almas vacías,
de perfidias urdidas por mentes oscuras,
si cualquier verdad no es más que lamento
la vida no es vida sino un tiempo mugriento.

Me rescatan palabras, tan sólo palabras,
retintas de sangre, mi propia sangre,
que pintan escenas mejor que la pintura
y no queda chance de extrañamiento;
sigo aquí, emboscado, para robar al viento.

(24JUL15 - 15:45 hs)



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 


domingo, 16 de junio de 2019

UNO NOVENTA (un cuento breve)



De alguna manera el tipo quería hacer que los demás en la mesa nos sintiésemos afligidos por sus limitaciones, así que escucharlo era un compendio de lamentos por todo lo que le hubiera gustado ser y no pudo.

Lo molesto del asunto es que se victimizaba, al extremo de marginarse de la responsabilidad por sus propias decisiones.

Terminó de hablar y nos miró como esperando una piadosa absolución.

- Te entiendo perfectamente -le dije y agregué-, imaginate que yo siempre quise ser jockey, otro Leguisamo.

El fulano se ofendió. Los demás no pudieron contener la carcajada.

Si de inventar cicatrices se trata ni siquiera hace falta un corte.


Ariel Cobat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía.

viernes, 14 de junio de 2019

FEDERICO PINEDO, EL CHAPITA ESPACIAL



En círculos estelares preocupa la salud mental del terrícola Federico Pinedo, quien siendo miembro del prestigioso Senado de la Nación Argentina, ha presentado un proyecto de ley que eleva la mirada por sobre la coyuntura, hasta el infinito y más allá. 



Acaso agobiado porque su estrella senatorial se apaga bajo el rayo peronizador de Miguel Ángel Pichetto, no ha querido Federico dejar su banca sin mostrarse como un hombre de futuro y, al mismo tiempo, rendir homenaje a su visión cinematográfica del espacio exterior, desde Star Wars hasta Buzz Lightyear pasando por Alien. 

Siempre atento a encontrar soluciones prácticas, acorde al criterio de seriedad y realismo que caracteriza a la dirigencia política del país sudamericano, Federico Pinedo intuye que la respuesta a tantos problemas terrenales puede estar arriba, bien arriba. 

Por eso propone, a través del Proyecto de Ley S-1644/19, difundido en Twitter por el Dr. Pablo Torres Barthe (@AlberdianoArg) "regular la explotación y explotación de yacimientos minerales ubicados en el espacio ultraterrestre". 


Según explica el lúcido senador cambiemita, su proyecto parte de "la inteligencia que iniciativas como las que propongo serán generadores de nuevas inversiones y oportunidades de trabajo en la Argentina". 

Al instante de conocerse la iniciativa Federico "Buzz" Pinedo, la Cancillería Argentina ha recibido una carta de El Principito protestando lo que entiende es una pretensión inadmisible de un país terráqueo sobre el asteroide B-612. 

Resultado de imagen para asteroide principito b-612

Mientras estudia Cancillería la posibilidad de una disculpa con el dignatario del B-612, la opinión pública venusiana y lunática se pregunta si Pìnedo es así de orate o está ingiriendo algún tipo de sustancia estupefaciente. Porque hay una diferencia notable entre ser un visionario y ser un chanta alucinado. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López







lunes, 10 de junio de 2019

OMBLIGO PORTEÑO

El 7 de Junio de 2019, el Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que "la Policía de la Ciudad es un orgullo para la Argentina".



Aprecio y respeto a los efectivos de la Policía de la Ciudad por haber trabajado con ellos en distintos operativos. Y entiendo que el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, elogie a su fuerza policial; pero para ser orgullo de la Argentina le falta mucho.

Policía de la Ciudad es una institución todavía en formación que debe forjar su idiosincrasia, algo que requiere décadas. Desde luego, está muy bien aspirar a ser un orgullo nacional, pero hay que tener conciencia, sensatez y humildad para no apresurarse a calificar antes de tiempo.

Aún no se ha consolidado la experiencia de "ser policía de la Ciudad" para definir una identidad institucional distintiva, con una vocación y un sentido del deber específicos. Necesariamente, al provenir muchos de sus elementos de otras fuerzas, esa amalgama debe madurar.

Luego está esa cuestión muy porteña de creer que trascender del orgullo local al orgullo nacional es un paso simple, casi automático por ser la capital de la Nación. No lo es. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

lunes, 3 de junio de 2019

ENCUENTRO CON LA JUVENTUD DEMÓCRATA




Agradezco a Juan Carlos De Marco y Ezequiel Oscar Gigante la invitación a disertar para los jóvenes del Partido Demócrata de la Provincia de Buenos Aires.

El encuentro tuvo lugar el domingo 2 de Junio a las 20:00 hs. Muy alentador ver que, comenzando por sacrificar las últimas horas del descanso previo al reinicio de la semana, hay quienes sostendrán en el tiempo la vigencia del Himno y la Constitución Nacional. Especialmente en estas circunstancias, cuando otra vez se cierne sobre la República la amenaza del totalitarismo, que ya anuncia su intención de derogar la Constitución.

En cada momento que comparto con jóvenes decididos a la lucha política en defensa del estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional, cobro conciencia de las dificultades que tendrán que vencer y no puedo más que admirarlos. 

Ninguna generación de argentinos la tuvo tan difícil como los jóvenes de hoy. Ninguna. 



Me pesa mucho frente a ellos el pertenecer a una "generación de arena", que lejos de ser una roca que a prueba de tempestades y oleaje se erigiera como un faro, para señalar el futuro hacia esa gloria que reclama el Himno y en cuya significación coincidían Sarmiento y Alberdi, se haya desgranado en la insignificancia; como la arena que aplana el mar. 

Es una deuda generacional enorme, de la cual tengo conciencia, porque frente a la sombra de totalitarismo que vuelve a oscurecer el destino del país, la casta política, enfrascada en sus privilegios e intereses mezquinos, el único futuro que puede ofrecer es Ezeiza para los jóvenes y Chacarita para los viejos. 

Por eso admiro a los jóvenes que, abrazados al Himno y la Constitución Nacional, comienzan a batallar. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía.

LA SONRISA DE JAMES COBURN

LA SONRISA DE JAMES COBURN

TERRORISMO: NOSOTROS Y EL MIEDO