Los argentinos vamos pasando el tiempo que resta hasta las elecciones presidenciales con un extraño frenesí al revés que en lugar de acelerar parece ralentizar el paso de las horas. Aunque todo da vértigo falta mucho para el día del comicio, mucho más de lo que indica el almanaque.
En mi vida como ciudadano, que inicie en 1983, no recuerdo otra elección que pueda ser comparada con el clima que envuelve a esta. Hay una marcada e inevitable virulencia verbal en esta campaña donde la gran protagonista es la incertidumbre. Incertidumbre política, incertidumbre de gobierno (no se sabe bien quién gobierna si es que alguien gobierna), incertidumbre económica, incertidumbre social y también incertidumbre moral. Una enorme incertidumbre moral.
En esa joya del cine nacional que es "Los muchachos de antes no usaban gomina", el personaje interpretado por Rodolfo Bebán describe una situación entre compadritos, por un asunto de polleras, diciendo: "Caballeros, hay tres perros para una salchicha, ¡se la lleva el que muerda más fuerte!".
Suelo bromear con que esa es la frase más romántica del cine argentino, pero ahora digo con toda seriedad que sirve como la más gráfica definición de lo que espera resolverse por los comicios a nivel nacional y bonaerense, que como veremos son situaciones similares pero muy distintas.
En esta campaña a cara de perro todos obramos agresivamente, pero algunos medios y periodistas, como si 678 hubiera hecho escuela, llevan esa agresividad sin elegancia y caen en una obviedad tan burda que ni sirve para el fin que se proponen.
Es el caso de La Nación + que claramente no es "tribuna de doctrina" como proponía el viejo diario en papel de Don Bartolomé Mitre, sino la tribuna donde Juntos por el Cambio y particularmente el PRO hace su proselitismo mediático carente de doctrina. Y no está mal que los medios y los periodistas tomen partido, lo que está mal es la subestimación intelectual del espectador, la falta de clase para argumentar con estilo.
Es lo que se vio el Lunes 27 de Agosto de 2023 en La Cornisa, programa que conduce Luis Majul. La diatriba contra Javier Milei y Victoria Villarruel, quienes integran la fórmula presidencial de La Libertad Avanza, era clara y groseramente el eje del programa sobre la pregunta/consigna: "¿Hay un pacto secreto entre Massa y Milei?".
Afortunadamente para el buen gusto, la ética y el sentido común, Gustavo "Lacha" Lázzari era uno de los invitados.
Larga y reconocida es la militancia liberal de Lacha Lázzari, con hitos geniales como exponer las pesadas regulaciones estatales contando el traslado odisea de una bondiola desde Buenos Aires a la Capital, como si de cruzar el Muro de Berlín en plena Guerra Fría se tratara.
En esta coyuntura política Lázzari apoya la candidatura presidencial de Patricia Bullrich junto a Ricardo López Murphy, quien, como he dicho reiteradas veces, es mi principal referente político aunque no siempre coincido con él. Es importante tener claro ese alineamiento porque subraya y da valor al gesto que motiva este artículo.
Al ser entrevistado, Lázzari analizó y criticó duramente las medidas económicas de Sergio Massa como reveladoras de la miseria en que está la Argentina, dejando en ello esta frase para enmarcar: "El Estado está tan grande y tan desfinanciado que no le alcanza con comerse ricos, necesita comerse pobres, necesita comerse a toda la población".
Luego, en otro segmento del programa en el que también participaban Pola Oloixarac, autora de un artículo con el simpático titulo de "El profe loco y la barbie militar" y Laura Di Marco, expuso Lázzari su lectura sobre las PASO entendiendo que el día de la elección hablaron los pobres, "y vamos a suponer que Milei y Bullrich son las dos personas que disrumpen más el modelo económico, que es razonable. Si vos agarrás los municipios más pobres sacaron una primera vuelta entre los dos, quiere decir que los pobres votaron reforma económica, disminución de planes, y si bien ahora todos se baglinizan y todos arrugan en eso, la realidad es que yo sé lo que piensan cada uno y sabés lo que van a hacer". Y en esa línea de sentido común agregó: "Está claro que se aprobó una reforma económica, que la haga Milei, que la haga Patricia a mí me es irrelevante, pero bárbaro, adelante".
Y aquí, con claridad didáctica APB*, sostuvo Lacha lo que sigue en el diálogo que transcribo:
Lacha.- Ahora está la pelota en manos de este nuevo espacio, discutir bien temas importantes porque la Argentina toda la vida discutió bien temas estúpidos, ahora estamos discutiendo mal temas importantes. Porque, a ver, si ponemos dolarización sobre la mesa, es un flor de tema muchachos, vamos a tratarlo bien. Ahora, hacés una pregunta y dice, no, me está operando, no hacés la pregunta y parece que lo estás atacando. No, pará...Majul.- ¿Estás hablando de Milei, no?Lacha.- No, no, no. De los dos espacios, de Patricia y de Milei, no tienen que pelearse por este tema. Como PYME, y ahora me vuelvo a poner el poncho empresario, nos quedan 110 días para que cambie el gobierno, ¿está? Las importaciones nos las dan a 150, flor de quilombo, pero ¿sabés lo único que puede pacificar estos 110 días? Patricia y Milei hablando correctamente.
Tras ello Pola Oloixarac puso en duda que Milei tuviera capacidad para conversar y tuvo el mal gusto de preguntar a Lacha como haría para "domesticar" para ello a Milei. Lacha volvió a mostrar clase respondiendo: "Yo no tengo que domesticar a nadie, no domestico ni en mi casa".
Entonces tomó la posta de ataque Laura Di Marco afirmando que Milei "por alguna razón elige atacar a Juntos por el Cambio y no dice nada de Massa" y otra vez Lázzari puso las cosas en su contexto: "No sé porque lo elige, no estoy en la estrategia de él me gustaría tomar un café con él". Según añadió Di Marco, Milei elige criticar a Juntos por el Cambio por creer que Bullrich operó contra él antes de las PASO. Y otra vez contestó bien Lázzari: "Eso es una tontería, nadie opera contra nadie"; algo con lo cual coincido plenamente porque no es correcto llamar "operaciones", en la más negativa de sus acepciones, a cosas que no son otra cosa que rutina eleccionaria.
Cuando escuché esas atinadas respuestas escribí en Twitter lo siguiente:
"Aplausos de pie para @lacha !!!
Bien por exponer ideas sin prestarse a la campaña sucia contra @JMilei que en modo obsceno está ejecutando @majulluis"
Siguiendo el programa con su misma línea discursiva se puso el foco sobre Victoria Villarruel, refiriéndose a su padre y tío, ambos militares, con argumentos similares a los que, a través de impresentables como Horacio Pietragalla, esgrime el kirchnerismo para atacarla. Entonces volvió a hacer gala Gustavo Lázzari de su ética con la prédica del sentido común. Y subrayo, pudo cómodamente Lázzari obviar la cuestión, hacerse el distraído y centrarse en su rol de empresario PYME para explayarse sobre cuestiones puramente económicas, pero por aquella actitud de compromiso con las ideas que Silvio Maresca refería como el "bello gesto", eligió nuevamente poner las cosas en su lugar.
Explicó Lázzari que a 15 días desde las PASO tuvimos la primera semana hiperinflacionaria y la segunda con saqueos, un contexto en el cual mucha gente busca trabajo y no puede encontrarlo porque las 600.000 PYMES para generar 10 millones de puestos de trabajo en cinco años, de los cuales 1 millón es para sacar gente del Estado (ya que aunque todos estén blaglinizados y chamuyando hay que sacar un millón de empleados del Estado), necesitan que se termine este escenario de incertidumbre. "Por eso la enorme responsabilidad de Javier y de Patricia es dejar de tirotearse con estupideces, de que vos fuiste en los cuarenta... Disculpame, no hay que hablar de, te respeto enormemente, pero de los padres, los tíos (de Villarruel), no muchachos, acá hay una hiperinflación en ciernes, esto se prende fuego".
A mi gusto, su participación en La Cornisa fue, por mucho, la mejor presencia de Lacha Lázzari en un programa de televisión. Un grito ético en medio de la inmundicia, un bello gesto en la prédica del sentido común.
Y más allá de cortar el ataque contra la fórmula de La Libertad Avanza, dejó varias frases para tener presentes. Coincido mayormente con lo que supo expresar, aunque tal vez tengamos una lectura distinta sobre el Teorema de Baglini ya que yo no lo interpreto como algo negativo que signifique claudicaciones, sino simplemente responsabilidad. Las claudicaciones no son Teorema de Baglini, sólo son traiciones.
Obrar con responsabilidad nunca es una claudicación ni una traición, porque la responsabilidad no anula el objetivo, conduce a mejor alcanzarlo. Y por eso retomo ahora la mención al citado parlamento de Rodolfo Bebán en "Los muchachos de antes no usaban gomina".
Tanto en Nación como en Provincia de Buenos Aires hay tres perros para una salchicha, pero mientras la salchicha nacional se disputa a dos mordeduras, la salchicha bonaerense se define en una sola.
En los dos casos compiten Unión por la Patria, Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. A nivel Nacional el oficialismo pareciera (no hay nada definido) estar en una posición débil, que en caso de pasar a la segunda vuelta podría perder con cualquiera. Pero en Provincia de Buenos Aires no hay segunda vuelta, por lo que si los tres perros tiran su dentellada como en las PASO el kirchnerismo se perfila como seguro ganador.
Eso plantea un dilema tanto para Néstor Grindetti como para Carolina Píparo, ya que si ambos mantienen su candidaturas prácticamente estarían garantizando la reelección de Axel Kicillof, quien por otros cuatro años al gobierno de la Provincia de Buenos Aires sería tan inconveniente para Patricia Bullrich como para Javier Milei si cualquiera de ellos asume la Presidencia de la Nación.
Por lo tanto Carolina Piparo y Nestor Grindetti están en la encrucijada de elegir ser los dos que pierden con Kicillof o asumir que alguno debe ser héroe para que el otro gane. ¿Tendrá alguno tal grandeza de elegir el sacrificio para terminar con el kirchnerismo? Lo dudo, pero no pierdo las esperanzas que alguno elija la gloria para que no sean derrotados.
A nivel nacional la situación es similar pero distinta por la posibilidad de una segunda vuelta, y aquí es donde, aunque no votemos lo mismo, hago mías las palabras de Lacha Lázzari llamando a la responsabilidad de Patricia Bullrich y Javier Milei, porque si bien es comprensible que choquen al tratar de captar para sí buena parte del electorado, también es cierto que cualquiera que gane necesitará del otro y no se puede seguir con estupideces.
Aquí no se le pide a ninguno de los dos que baje su candidatura, eso lo definirá el electorado viendo si uno o ambos pasan a la segunda vuelta, pero sí cabe reclamarles que bajen decibeles para que las coincidencias de sus equipos técnicos -que existen- puedan eventualmente ser un acuerdo político de gobernabilidad más allá de la impronta del ganador.
Teorema de Baglini, bien entendido. Y por cierto, si Milei fuera Massa como tantos quieren imponer, entre otras muchas cosas no retuitearía Milei que Massa es robo.
Finalizo bregando porque Javier Milei y Lacha Lázzari compartan ese café mencionado durante la entrevista, porque a todos los que estamos por la Patria, la República y la Libertad nos haría muy bien.
* APB = a prueba de boludos.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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