Estoy recopilando letras que con alguna pretensión poética he ido escribiendo, y sumando otras que van surgiendo. Las guardo en forma de imágenes, tipo tarjetones, que voy guardando en mi computadora y en un álbum de fotos de Facebook.
Hoy me acordé la foto que tenía en mente cuando escribí "El día después" y lo uní a la letra.
"El día después" lo escribí el 21 de Marzo de 2020, a tres días del golpe de Estado contra la Constitución Nacional que dio el gobierno con excusa de pandemia.
Lo escribí pensando principalmente en la enfermedad, tal como en 2009 me surgió "Gene ¬ Cyd" (un vals para mi amor), la que publiqué en mi blog La Pluma de la Derecha el 2 de Julio de 2009 diciendo:
"Alguna vez, asma mediante, estuve internado con mascarilla de oxígeno y la incertidumbre del mañana. Hoy, hace un rato, la realidad que nos toca compartir me traía saturado de paranoias. Aunque tratemos de tomarlo con responsabilidad y calma, en el regreso a casa cualquier estornudo levanta sospechas ante los ojos del tren. Ya no hay actividad en los colegios ni en los clubes, en la era del barbijo nuestro modo de vida habitual se encuentra bajo ataque y entonces es menester refugiarse más allá de las paredes en aquellas cosas que le dan sentido a todo. Así que al cerrar la puerta tras de mí, abracé a la mujer de la que vivo enamorado y cantándole al oído con ritmo de vals bailamos... Que al fin y al cabo la vida es hoy".
Leo de nuevo eso mismo, recuerdo aquello, y pienso que seguramente al comienzo de la pandemia de Covid quise suponer que afrontaríamos esta nueva ola de barbijos con racionalidad. Al fin de cuentas, ya habíamos pasado por esto antes. "El día después" refleja eso, pasar la enfermedad, superar la pandemia. Punto y fin del asunto.
Sin embargo, de manera muy evidente, no ha sido así. Y mientras componía la imagen para el tarjetón me cayó la ficha que lo que siento hoy es otra cosa. Algo muy distinto y que no tiene que ver con la enfermedad sino con lo que a partir de ella se está haciendo. Hoy siento decepción y enojo, porque a diario me parece estar alucinando.
Argentina es una alucinación colectiva definió @Cladimarce en Twitter. Y tiene que serlo para que mientras se atribuyen muertes al Covid y se pierden empleos, entre tantos otros males que nadie que viva aquí necesita que yo enumere, la mansedumbre general deja que gobierne una marioneta cuya prioridad es destruir el idioma en nombre del progresismo.
Es frustrante gritar en soledad, y literalmente me vi gritando solo por la calle el 17 de Abril de 2021 cuando este gobierno títere, golpista, corrupto, criminal y comunista impuso un inconstitucional toque de queda con el aval pusilánime de los que hacen de opositores.
Me harta, me rebela vivir sintiendo que estoy extraviado en una pesadilla donde la Nación Argentina se ha convertido en un país de subnormales gobernado por el muñeco a hilo de una bipolar. Es una tragedia psiquiátrica la estupidez que impera entre nosotros.
Entonces ni aquel romanticismo de "Gene & Cyd", ni la esperanza de vida de "El día después" me alcanzaban para reflejar mi sentir. Y salió "IDIOTILANDIA" -la ex Argentina-.
IDIOTILANDIA
Y al final del día.. ¿qué?
Ver al ocaso la tarde caer
para otra noche de opaco amanecer.
Nunca sé si aluciné,
en las horas que me niego a creer,
digo no es real, no puede suceder.
Más duele y vuelve a doler
tal como no hiere dormir ni yacer,
se respira demencia: fe en el poder.
Y al final del día.. ¿qué?
Ver al ocaso la tarde caer
para otra noche de opaco amanecer.
Lo extraño del caso es que quise creer que escribir serviría (como tantas veces) para apaciguar mi bronca, pero no. Tengo tanta que debo cuidarme de no perder la poca cordura que me queda.
Este posteo lo escribo para mi memoria, y porque tal vez alguno que otro siente algo parecido a lo que ha garabateado mi pluma.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
22JUL21 19:26 hs vía Facebook.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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