miércoles, 17 de junio de 2020

DE AYER A HOY LA POLÍTICA ELIGE OBSECUENCIA EN LUGAR DE INTELIGENCIA




Cuenta la leyenda, que hace muchos años un agente de la SIDE se negó a cumplir una directiva.

El funcionario político que la había emitido irrumpió en la oficina de aquel a los gritos, montando una escena de patotero a la vista del equipo de trabajo.

El rebelde, como ignorando al energúmeno, lo dejó gritar un buen rato; luego y sin alzar la voz contestó:

- El Presidente dedicó toda su vida a la política, no necesita que ningún analista de Inteligencia le cuente desde una oficina del Estado la interna de su partido.

Quedó claro ahí que la escenita había terminado, pero faltaba la frutilla del postre.

- Por un momento tuve la impresión que al gritar usted me amenazaba, le sugiero que se abstenga de hacerlo: podría tomarlo en serio.

La anécdota no alcanzó para que el ala profesional se impusiera sobre los vendedores de obsecuencia para la berretada que pretendía la propia política. Es claro y evidente que no fue sin colaboración interna que el Sistema de Inteligencia Nacional, al transcurso de gobiernos y años, fue llevado a su colapso en 2014.

Pero sirve, todavía hoy, la belleza del gesto para saber que no todo da igual ni es lo mismo.

Quienes en los últimos años peleamos a brazo partido por darle al país servicios de Inteligencia profesionales tampoco pudimos hacer entender a la pretendida "nueva política" la importancia de la Inteligencia en la toma de decisiones. Con la soberbia de los que se creen distintos y mejores, volvieron a elegir a los vendedores de obsecuencia para la berretada.

Las consecuencias a la vista de todos.

Y una vez más, diré lo que es preciso decir: Inteligencia de Estado es otra cosa, algo tan necesario como vital para las instituciones republicanas, racional, simple y honorable.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía. 

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