sábado, 2 de enero de 2021

SERGIO EISSA Y GERARDO HALPERN HACEN DE TONTO Y RETONTO.


"Pienso, luego existo", dijo alguien alguna vez sin que otro lo haya dicho antes. Y ello ocurrió porque una de las consecuencias lógicas del pensar es formular observaciones novedosas.

Si sólo se pudieran repetir los pensamientos de otros, la humanidad se estancaría en la asfixiante miseria intelectual de la oscuridad totalitaria. Porque justamente el principal objetivo que persigue el totalitarismo es aniquilar la libertad de pensamiento al pretender la insectificación del ser humano para lograr obediencia instintiva. 

En pos de esa finalidad, los regímenes totalitarios reemplazan la razón por su dogma, la educación por el adoctrinamiento, el coraje por la cobardía y la lealtad, que es la valoración positiva de una digna voluntad pensante, por la obsecuencia en el temor de desentonar para ser delatado y castigado.

Digo esto porque suelo bromear con que soy un genio no reconocido, es decir una luminaria que aporta pensamientos originales a una humanidad que, limitada en su entendimiento, todavía me ignora. Soy tan genial, debo admitir, que en mi modestia llego a razonar sin advertir mi originalidad. 

Así es como digo y escribo que la Constitución Nacional propone un estilo de vida sin que ello me parezca que sea un descubrimiento ni un razonamiento extraordinario. Sí, damas y caballeros que leen esta pluma, teniendo la humildad de los grandes no presumo de haber enunciado algo brillante sino apenas una observación que surge de la simple lógica y el sentido común. 

Y es que, dejando las bromas a un lado, no hay más que simple lógica y sentido común en la interpretación del texto constitucional para afirmar lo que afirmo.

Los constituyentes fundadores de 1853 fueron muy claros, ya desde el Preámbulo de la Constitución Nacional, en indicar que estaban definiendo más que una mera forma de gobierno:

Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.

En primer lugar nos dicen que representan al pueblo de la Nación Argentina, un pueblo y una Nación singular, no un conjunto de tales, seguidamente enfatizan objetivos para darle continuidad a un estilo de vida basado en la Libertad: "asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino". Luego la forma de gobierno republicana, el sostenimiento de la religión católica, las libertades, derechos y garantías que se reconocen a los habitantes del país, y muy especialmente las obligaciones impuestas a los ciudadanos, definen el deber ser del estilo de vida argentino. 

Así, en el estilo de vida propuesto por la Constitución Nacional, es como debe vivir la Nación Argentina. Nos fue bien siendo lo que debíamos ser al vivir como ella manda, y nos va como nos va a medida que nos seguimos alejando de su estilo de vida.

Decir esto no es más que una obviedad, no hace falta leer a Kelsen, ni a Bidart Campos, ni a Ekmekdjian para entenderlo, ni tampoco recurrir a la autoridad de nadie para corroborar que el razonamiento enunciado es correcto. Cualquiera puede comprobar por sí mismo que la Constitución Nacional propone un estilo de vida basado en la Libertad.  Cualquiera con un mínimo de honestidad intelectual. 

Explicado el punto debo agradecer a dos funcionarios kirchneristas la torpeza de haberme elogiado al pretender descalificar mi pensamiento. 

El 30 de diciembre la ministro Sabina Frederic hizo un posteo en Twitter afirmando que "La Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo permitirá que las personas con capacidad de gestar decidan sobre su propio cuerpo y deseo. Un futuro feminista es un futuro más seguro, justo e igualitario".

Respondí ese tuit con una imagen de fetos descuartizados sobre sangre (lo que determinó la suspensión de mi cuenta de Twitter) y este comentario: "A la ministro de Seguridad de la Nación le parece que esto es un futuro más seguro, justo e igualitario. Le digo pues que la Seguridad consiste en garantizar el estilo de vida propuesto por la Constitución Nacional, no en masacrar inocentes indefensos".

Entonces saltaron dos funcionarios "sabinos" con una preocupación tan específica como llamativa.

El primero fue Sergio Gabriel Eissa, quien escribió "¿Estilo de vida?" y unos emoticones de risa ensayando una burla a mi afirmación. A él le respondí lo siguiente: "De eso trata toda Constitución: la propuesta de un estilo de vida. Por ende la Seguridad (Ley 24.059 Artículo 2) es garantizar ese estilo de vida. Y es comprensible que no lo entiendas, por algo sos Director Nacional de Formación del Ministerio de Defensa con Rossi, o sea...".


Doctor en Ciencia Política de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM); Magíster en Ciencias Sociales mención en Relaciones Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y Licenciado en Ciencia Política (UBA),
Sergio Gabriel Eissa se presenta en Twitter como especialista en defensa y seguridad; pero no interpreta, a pesar de tanta formación académica, que la Constitución Nacional es la propuesta de un estilo de vida. 

Cabe recordar entonces que el kirchnerismo, un fraude en sí mismo, es ese proyecto totalitario que describió George Orwell en "Rebelión en la granja" y "1984" y que una de las consignas imaginadas en la dictadura del Gran Hermano es "La ignorancia es la fuerza".

Luego fue el turno de Gerardo Halpern, Director Nacional de Comunicación Institucional de la Unidad Gabinete de Asesores del Ministerio de Seguridad, mucho título para una pobre argumentación: "Es la primera vez que veo que un ¿abogado? afirma que una Constitucion define un 'estilo de vida'... en fin". 

Aunque nunca le di mucha importancia tengo por ahí mi título de abogado, y puedo mostrarlo. No como alguna "abogada exitosa" cuyo título nunca se vio y que jamás firmó como abogada en expediente judicial alguno, a diferencia de ella yo sí he puesto mi firma en actuaciones tribunalicias. 

A Halpern le contesté de este modo: "¿No me digas? Se ve que ves poco... Bueno, ahora ponete los lentes para leer el Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina, nada más con eso alcanza para entender lo que te parece una novedad: toda Constitución es la propuesta de un estilo de vida".


Ahora bien, sin dejar de considerar a los cruces en Twitter una insignificancia, es llamativo que tanto el funcionario aplicado a dañar desde el Ministerio de Defensa la formación de los militares, el mismo área que dañó en su momento Sabina Frederic, como el director de Comunicación Institucional del Ministerio de Seguridad de la Nación, hayan saltado tratando de atacar el entendimiento de la Constitución Nacional como la propuesta de un estilo de vida. 

Notable además que el Licenciado en Comunicación Halpern, queriendo descalificar mi opinión haya puesto en duda mi condición de abogado para inmediatamente pretender restar autoridad a mi pensamiento por ser -según él- el primero en afirmar que una Constitución define un estilo de vida. 

Ojalá fuera el primero en decirlo. Pero no puedo presumir de ello porque antes de decirlo escuché decir eso mismo, con tales y otras palabras, a muchos otros, incluyendo abogados constitucionalistas, y porque sería una vanidad muy torpe creer que se ha dicho algo original sólo porque dos que juegan a Tonto y Retonto digan que nunca lo escucharon antes...

El punto aquí es que el kirchnerismo aborrece el estilo de vida propuesto por la Constitución Nacional y no es un secreto que sus gestores intelectuales, comenzando por Eugenio Zaffaroni y Horacio Verbitsky, desean una constituyente que lo extinga definitivamente. 

La ambición kirchnerista de tomar por asalto al Poder Constituyente es un frenesí tan obvio y potente como el éxtasis de Néstor Kirchner al lanzarse sobre una caja fuerte, y ahora como nunca antes paladean que están cerca de poder intentarlo. 

Eissa y Halpern no juegan a Tonto y Retonto porque sí, es lo que les impone el doblepensar del kirchnerismo, que a la par que obra contra la Constitución Nacional promueve constantes actos de micromilitancia tendientes a socavar cualquier muestra de apego al orden constitucional. 

Porque para el totalitarismo imaginado por Orwell lo mismo que para el kirchnerismo: "La ignorancia es la fuerza". Y como la ignorancia es la fuerza del kirchnerismo, todos sus funcionarios se dedican a cultivarla.

El 19 de Marzo de 2020 con excusa de pandemia el kirchnerismo dio un golpe de Estado contra la Constitución Nacional, porque aborrecen el estilo de vida propuesto por los constituyentes; lo afirmo y lo sostengo, por lo cual si algún funcionario del gobierno golpista cree tener argumentos para refutar mi pensamiento estoy dispuesto a debatir.

Y si bien no quiero presumir de genio no reconocido, parafraseando a La Gran Tita digo que no temo debatir porque a este ateo la razón que Dios le dio mucho doctor se la envidió, y no dirán que me engrupí porque modesto siempre fui...


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

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