viernes, 20 de agosto de 2021

ANTROPÓLOGOS A CONTRAMANO EN EL MINISTERIO DE SEGURIDAD




Dos antropólogos puestos en el Ministerio de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic y Gerardo Halpern, evidencian una grosera incapacidad para comprender textos legales.

Y no poder interpretar la ley, es un obstáculo insalvable para servir en el área de Seguridad.

Esto es así, tan claro como terminante, porque la Seguridad Interior consiste en garantizar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional. 

Eso y ninguna otra cosa, ni seguridad democrática, ni la sarasa de terminología importada vía Cuba desde Venezuela. Sólo la Constitución Nacional.

Este par de antropólogos, como integrantes del gobierno títere, golpista, corrupto, criminal y comunista del régimen kirchnerista, han dado sobradas muestras de no tener por objetivo en la función garantizar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional.

Esa intención, de hacer daño a los argentinos, quedó fuera de toda duda cuando Sabina Frederic denunció penalmente a vecinos de Bariloche y Villa Mascardi por reclamar que se pusieran fin a las usurpaciones. 

Algo inadmisible, propio del reino del revés.

Luego hay un insoslayable contexto político para la deliberada búsqueda de ahondar el daño institucional, la degradación cultural y la miseria intelectual que sumerge al país en la irracionalidad del reino del revés: son comunistas.

Por ser un gobierno comunista, envilecido además en la demagogia populista de decirse el que crea derechos y reparte la riqueza (aunque hace todo lo contrario), uno de sus objetivos prioritarios es destruir al campo como sector productivo y baluarte de valores tradicionales.

Recuérdese el llamado a la violencia hecho por voceros del kirchnerismo como Hebe de Bonafini o Ezequiel Guazzora, los sabotajes, la rotura de silobolsas, la complicidad de funcionarios del gobierno cuando Grabois intentó usurpar un campo de la familia Etchevehere en Entre Ríos, etc.

Es preciso ejercitar la memoria en el país de la desmemoria, aquí donde la mentira de los 30.000 desaparecidos se pretende verdad dogmática, para dimensionar desde la criminalizacion del campo que el régimen hace enemigo a cualquiera que se gane el pan con el sudor de la frente.

El canto de sirena del Estado presente, que sólo sirve para la fiesta de la nomenKlatura (como el títere en Olivos), tapa los quejidos agónicos de los que en verdad generan riqueza, y que son expoliados con tributos confiscatorios.

Se necesita realmente un gobierno como este, criminal, para lograr que en nuestro país, antaño orgulloso granero del mundo, los productores de granos o ganado se arriesguen a la sanción penal para evadir la carga tributaria que los hunde y funde.

El ataque al campo es tanto la exacción confiscatoria como la persecución penal estigmatizante que pone al comercio de granos al mismo nivel que el narcotráfico. 

Esa irracionalidad de matar la gallina de los huevos de oro, muestra la deliberada intención de expandir la miseria. Es llevar al colmo la estupidez, por parte de los mismos que empezaron hablando de "sustitución de importaciones" para terminar delirando con la "sustitución de exportaciones". 

El plan es que el Estado quiebre a todos para hacerse cargo de todo, absorver todo, oprimir todo. Y todo es todo, como dijo la jefa de la banda: van por todo. Por eso Sabina Frederic expresa que su ministerio trabaja contra el "tráfico de mercancías", que no es ningún delito sino mero comercio.

Uno desde la buena intención podría suponer un error de Sabina Frederic al expresarse, el faltante de alguna palabra en un tuit, pero no sobre la historia que estoy contando a fuerza de memoria y que deja muy claro que está en el Ministerio de Seguridad para hacer daño a todo lo que sea honrado.

Y entonces aparece otro antropólogo puesto en el ministerio, Gerardo Halpern, el mismo que cree y afirma que la Constitución Nacional no define un estilo de vida, y con esa "elevada" capacidad para comprender texto confunde el tráfico de mercancía con delitos aduaneros.


Estos dos antropólogos en el Ministerio de Seguridad de la Nación aborrecen el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional, son lo que puede esperarse en funcionarios de un gobierno títere, golpista, corrupto, criminal y comunista.

A juzgar por como piensan y obran, son "antropólogos a contramano" porque proponen el abandono de la civilización que representa la Constitución Nacional, para volver a la oscuridad del antro, para sujmergirse en aquella caverna mítica donde reina la ignorancia.

Hay que poner fin a este régimen indigno.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

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