sábado, 23 de diciembre de 2023

¡QUIEN NO TE COMPRENDE TE VULNERA!*


Libertad,
arte de los decididos.
Libertad,
nada me ata y sigo vivo.
¡Yo soy tu bandera,
Libertad!.

"Yo soy tu bandera"
Miguel Abuelo *



En 1994 con la Dra. María Inés Calvo publicamos "Uso y abuso de las corbatas", un pequeño libro prologado por el Dr. Enrique Pinedo, donde con ilusión de idealismo juvenil ensayamos un nuevo entendimiento de la lógica jurídica del Derecho Argentino introduciendo el concepto "L" (conducta propia). 

Dado que el sistema constitucional se basa en la Libertad, cuestionamos que la lógica interpretativa partiera de tres conceptos: obligación, prohibición y permisión. Pues observamos que el concepto de "permisión" se prestaba a graves confusiones.

Siendo que nuestra Constitución no otorga derechos sino que los reconoce, no es razonable que el permiso estatal sea la medida de los derechos. 

Y esto se pone en evidencia con algunas conductas, por ejemplo: pensar.  Pensar no es algo que el Estado nos deba o no permitir. 

Pensar es el mejor ejemplo de conductas propias, "L", que son las que dependen exclusivamente de los deseos del individuo y hacen al ejercicio de su Libertad, a su facultad de decidir un obrar u omisión por su exclusiva decisión, que son las que debieran ser mayoritarias en la correcta interpretación de la Constitución Nacional.

Entendiendo el concepto "L" (por Libertad) de conducta propia, muchas leyes se tornan innecesarias, lo que refuerza el acierto de otra idea que defendemos: menos leyes más Derecho. Porque aquel saber popular según el cual "hecha la ley hecha la trampa", no es una expresión maliciosa sino una observación de la vida misma bajo la idea del permiso estatal.

Que el concepto de "permisión" haya sido y sea el preponderante en la interpretación lógica de las normas jurídicas, ha llevado a los funcionarios de distintos gobiernos a creer que pueden decidir pensar por nosotros y regular nuestras vidas como si fuéramos su ganado.


Entiéndase claramente: 

Estos comunistas en la foto se creen dueños de la gente y reclaman ser reconocidos como los iluminados que deben regular la vida de todos. Ahí se los ve a Sergio Massa y Axel Kicillof. Massa es quien como presidente de facto, ministro de economía y candidato presidencial durante más de un año llevó el populismo kirchnerista al extremo por la ambición de ser electo presidente. Kicillof es quien como ministro kirchnerista lideró el capricho de Cristina Fernández de expropiar YPF, caprichito que ahora le cuesta al país 17.000 millones de dólares a desembolsar con urgencia.

Esos tipos cuestionan el Decreto de Necesidad y Urgencia del Presidente Javier Milei, cuando son ellos los autores de la necesidad y la urgencia.

Celebro que el presidente Milei les rompa el mito de iluminados que tienen "todo estudiado" para que nos salga "gratis" y darnos la felicidad que, pobres nosotros, no seríamos capaces de darnos sin su rigurosa tutela. La vida regulada por esos sujetos dejó inflación, pobreza y miseria creciente. 

Vos y yo no tenemos porqué aceptar vivir bajo permiso. 

"Son muchos los libros cortos que han tenido consecuencias largas", decía el Dr. Pinedo en el prólogo de ese libro que bregaba por liberar a la abogacía de la colegiación pública obligatoria y múltiple.

Y fantaseo que algo tuvimos que ver con este presente desregulador.

Fantaseo, claro, porque tengo muy claro que durante 30 años predicamos en el desierto, y fantaseo porque me place que al fin la Libertad haya recuperado corazones, mentes y votos de los argentinos que parecían haber olvidado el grito sagrado de nuestra nacionalidad:

¡¡¡LIBERTAD!!!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


LA SONRISA DE JAMES COBURN

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