domingo, 5 de agosto de 2018

ROSARIO, LA SUMA DE TODOS LOS MALES.





Siempre que pienso en Rosario me surge tararear esa hermosa canción que Fito Páez* le dedicó a su ciudad y a Alberto Olmedo en los '90. Con el correr de los años se me fue antojando que en su música y letra, más allá de la inspiración y/o voluntad del artista, quedaba encerrada una especie de maldición rosarina. Como si la muerte del Negro Olmedo viniera a describir también la agonía de Rosario. 

...nada nos deja mas en soledad
que la alegría si se va...

La historia gangsteril y lumpen de Rosario, "la Chicago argentina" daba entidad al "éramos tan pobres" con el que Alberto Olmedo, sobre el pie siempre a tiempo de Javier Portales, nos arrancaba carcajadas. Es un largo, sinuoso y lamentable camino el que va de Juan "Chicho Grande" Galiffi matando a Francisco "Chicho Chico" Marrone, a comienzos del Siglo XX, hasta la muerte de Claudio "Pájaro" Cantero con toda la saga narco de "Los Monos" y otras bandas casi un siglo después. 

...tira, la soga de tu cuello tira
la soga de mi cuello tira...

El presente de Rosario ha llevado al gobernador santafecino, el socialista Miguel Lifschitz, a reconocer que la violencia de las bandas criminales "está poniendo en juego la institucionalidad".

Habrá que reconocer a la perspicacia como un atributo del gobernador Lifschitz...

...y algo, me dice que perdimos algo...

El concepto de seguridad interior sostenido por la legislación argentina es el del estado de hecho que garantiza el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional. Esa misma Constitución que, eligiendo el sistema federal de gobierno, conserva para las provincias una responsabilidad primaria e ineludible respecto de la seguridad y se reserva en subsidio la intervención federal.

Por ende, la observación del perspicaz Lifschitz, que además fue intendente de Rosario entre el 2003 y el 2011, obliga a preguntarse si la realidad que exhibe la Provincia de Santa Fe, gobernada por el peronismo desde 1983 hasta 2007 y desde entonces a hoy por el socialismo, demuestra que el riesgo institucional comenzó en la política. La respuesta es obvia y el mal gobierno viene a ser así el primero de los males que confluyen en Rosario con toda su carga de daño institucional.

Lifschitz era intendente cuando se emplazó en Rosario la estatua que hace la apología del criminal Ernesto Guevara, personaje siniestro que representa todo lo contrario del estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional.  La retórica izquierdista empeñada en hacer pasar por idealismo romántico la sanguinaria prepotencia del que, aborreciendo las libertades democráticas y deseando castigar a Latinoamérica con mil Vietnams, quiso imponer sus ideas por la fuerza asesinando hombres y libertades, se evidencia en el estúpido discurso del propio Lifschitz, quien al cumplirse 83 años del nacimiento del fanático comunista, dijo: “Lo recuperamos en sus dimensiones política, de estadista, humana, también su obra, mensaje, discurso y ejemplo que siguen emocionando y convocando a jóvenes a pesar del tiempo transcurrido desde su fallecimiento”.

Así, la ideología antidemocrática es el segundo de los males que caen sobre Rosario para degradación de la cultura cívica. 

El mal gobierno y el prejuicio ideológico determinaron un manoseo irresponsable al principal instrumento específico de la seguridad provincial, convirtiendo a la Policía en objeto de experimentación para teorías "progres" sobre la formación, funciones y facultades de los efectivos policiales. El tercer mal es la degradación de la Policía de la Provincia de Santa Fe.

En mérito a la brevedad quedémonos con estos tres de todos los males aportados por el Estado santafecino. Suficientes para un cuadro de precariedad tercermundista y esterilizar la reacción estatal frente al narcotráfico. El narco es un cuarto mal que, cerrando un ojo y pecando de ingenuidad, voy a suponer ajeno al ámbito estatal. 

El combo ya es aterrador y bastante explicativo, pero hay más.

El Estado Argentino padeció 12 años de régimen kirchnerista. En esa deKada infame no hubo ninguna voluntad de garantizar el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional. El odio a los uniformados y la matriz corrupta del modelo determinaron la retracción de las fuerzas de seguridad federales. Y si eso ya de por sí era una invitación para el crecimiento del hampa, lo era mucho más cuando el crimen se desarrollaba en territorios de otro color político, porque el uso faccioso de los recursos del Estado era también la reticencia explicita o solapada de recurrir en subsidio a las autoridades provinciales. El crecimiento de las villas y la marginalidad en el gran Rosario como en la Ciudad de Buenos Aires son fruto de esa mezquindad. El kirchnerismo fue el mal potenciando los males.

...perdimos y ganamos algo, 
algo en verdad...

Del 2015 a hoy, el gobierno de CAMBIEMOS liberó los condicionamientos políticos que mantenían replegadas en la inactividad a las Fuerzas Federales, dando comienzo a un cambio cultural en la consideración social de esas instituciones y sus efectivos.

Ese impulso, sostenido por el coraje de Patricia Bullrich al frente del Ministerio de Seguridad de la Nación, al soltar a las Fuerzas de Seguridad de las amarras que les impuso el kirchnerismo es lo que genera la cantidad de procedimientos, incautaciones y detenciones que se producen de oficio o por consecuencia de investigaciones judiciales.

Es algo positivo, desde luego. Pero insuficiente, porque la espectacularidad de cifras crecientes revela tanto el enorme déficit que en materia de seguridad dejó el kirchnerismo, como que la actual política de seguridad es puramente efectista, reactiva y de mera contención. Se hace evidente para cualquier observador aplicado que la Ministro Bullrich no toma sus decisiones con apoyo de Inteligencia desde que, esas decisiones, nunca demuestran anticipación de escenarios futuros. Y ese mal, que pesa sobre la seguridad de los argentinos, se agudiza en contextos como el rosarino.

...cerca, rosario siempre estuvo cerca... 

El despliegue de fuerzas federales en Rosario desde el momento en que ni siquiera se pudo garantizar la presencia del Presidente Mauricio Macri en el tradicional acto por el Día de la Bandera, confirma esa falta de Inteligencia; porque de otro modo no se hubiera caído en el papelón de suspender sobre la fecha la participación presidencial.

Las bandas criminales no son inmunes a esas señales, las leen y obran en consecuencia. Una lectura posible es que hayan pensado: "Si el Presidente no se animó a venir a Rosario significa que podemos amedrentar a cualquiera". Luego llegaron los tiros contra el Centro de Justicia Penal de Rosario y para intimidar a la  jueza Marisol Usandizaga. Y queda muy claro que la Provincia de Santa Fe se encuentra muy lejos de poder recuperar el control de su seguridad.

Con la mafia no se jode, un cartel con un claro mensaje

Entonces salta Patricia Bullrich por Twitter haciendo la declaración voluntarista que ilustra el comienzo de esta nota: "Con los disparos al Centro de Justicia Penal de #Rosario buscan impedir que sigamos adelante en la lucha contra el #Narcotráfico. Seguiremos a fondo contra los que quieren generar miedo en la sociedad, pretendiendo sostener un Estado paralelo, al margen de la ley"

El interrogante a responder es qué significado le otorga Bullrich a la expresión "seguiremos a fondo". Y todo parece indicar que la voluntad de la ministro, que hasta ahora no ha dado muestra alguna de ser capaz de efectuar una autocrítica sobre su gestión, es hacer más de lo mismo, prescindir de Inteligencia Criminal para mantener tropas federales aferradas al terreno sin un plan preconcebido  y por tiempo indeterminado. La falta de un plan de seguridad elaborado profesionalmente es el mal que aporta CAMBIEMOS.

Un niño de la villa 1-11-14 se acercó la mañana del 04AGO18 a uno de los gendarmes que cumplen allí servicio y le regaló este dibujo. Todo un símbolo y un estímulo. Compartido en Twitter por el Cte. Gral. VGM (RE) Ricardo Spadaro. Obsérvese, más allá de lo emotivo, que se ha naturalizado la presencia de gendarmes fuera de su ámbito primario de incumbencia profesional. 

Al margen de algún logro efectista, el voluntarismo de la ministro Bullrich no va a cambiar sustancialmente la situación de la Provincia, sólo consumirá recursos y tiempo. Lo que se necesita es llegar a un escenario de recuperación para la autoridad institucional de origen. Eso implica de parte de la Nación precisar y monitorear el esfuerzo que debe hacer la Provincia para garantizar a sus habitantes el estilo de vida propiciado por la Constitución Nacional; ese mismo estilo que aborrecía el Che Guevara, criminal al que tanto admira el gobernador Lifschitz...

...no hay merienda si no hay capitán.

Y es posible que al planificar el camino hacia ese escenario de normalidad, frente a todos los males que convergen en Rosario, se constate aquello que vengo repitiendo desde hace tiempo: 

¡Es la cultura, imbéciles!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha.
Un liberal que no habla de economía. 


* Sé que muchos anteponen la preferencia política de los artistas a sus condiciones como tales, pero nunca ha sido mi caso; ni lo será. 

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