"Las instituciones deben primar
por sobre la voluntad de los hombres".
Presidente Roque Sáenz Peña
Los absurdos que brotan de la incontinencia verbal de Patricia Bullrich como Ministro de Seguridad de la Nación son, por acumulación, evidencia de una gestión agotada, pero también -y es lo que me importa al escribir este artículo- deben servir para debatir y replantear el modo comunicacional a futuro del área de Seguridad.
Recopilando desaciertos comunicacionales de Bullrich cabe recordar el mal uso abusivo de su eslogan "el que las hace las paga", que por la precocidad de sus declaraciones terminaron en papelón, como la detención en Enero de 2024 de tres supuestos terroristas que fueron liberados por falta de mérito unos días después, o el anuncio en Octubre de 2024 de haber detenido a un traficante queriendo disimular dos kilos de cocaína como talco para pies y que resultó ser talco para pies.
O brutalidades puras y llanas sin ningún tipo de sustento técnico y menos aún sentido de contexto como cuando en Junio de 2024, como si la realidad no fuera por sí lo suficientemente macabra, dijo en relación al Caso Loan: "Voy a ir con equipos radiológicos para ver la panza de animales; voy a ir con todo, porque hay que ir con todo. Hay yacarés, hay pumas, hay de todo". Un censo animal iba a hacer...
Y finalmente, el punto que en lo personal rebasó el límite de mi tolerancia como ciudadano a los desaciertos de los funcionarios: sus bravatas inconducentes en relación al gendarme secuestrado en Venezuela por la satrapía castrista de Maduro que no hicieron más que lesionar la dignidad de la Nación Argentina por dejar expuesta la más pura impotencia.
Bullrich es un manual perfecto de todo lo que no debe ser la comunicación del área de Seguridad: lo mismo hace declaraciones precipitadas que carentes de sustento técnico y en su afán de autobombo no duda en exagerar anteponiendo su necesidad de eslóganes proselitistas por sobre la realidad de los hechos.
La última de sus fanfarronadas fue afirmar que en un procedimiento histórico se detuvo a un terrorista de ISIS. En este caso se puede apreciar como la desmesura comunicacional termina restando en vez de sumar. Porque, por supuesto, es un buen trabajo de valioso carácter preventivo, pero... ¿histórico? ¿terrorista de ISIS? Eventualmente eso se podrá decir después, cuando el caso sea juzgado. Bullrich siempre se atribuye para su gestión logros espectaculares, pero convengamos que el sujeto no se movía sutilmente sino como elefante en bazar. Desde luego, bajo el kirchnerismo posiblemente no hubiera sido detectado. Y ese también es el punto: la vara por debajo del piso que dejó el régimen kirchnerista en materia de Seguridad disimula las muchas y groseras falencias de Bullrich por simple comparación; e impide también avanzar con una gestión que se aproxime al óptimo profesional.
Frente a este modelo de comunicación absurdo, tan de Bullrich como de Berni, es preciso impulsar otro que esté basado en el decoro y austeridad republicana. Un modelo comunicacional afirmado en las instituciones antes que en las personas, donde sea cada fuerza la que de manera profesional informe sobre los casos de su incumbencia, con asepsia técnica y sin estridencias.
El rol de los funcionarios políticos, en un marco de decoro y austeridad republicana, es es hacer lo necesario para que hablando muy poco la sociedad perciba que el sistema de Seguridad funciona. Lo más importante en la comunicación institucional del área no es vender "logros espectaculares" para que la sociedad aplauda, sino lograr que la sociedad valore el trabajo diario acompañando a las instituciones con su confianza. Porque cuando el aplauso que sigue al autobombo termina estrellado en lo que la realidad desmiente, la percepción ciudadana es que le están ofreciendo un circo sin gracia y la confianza decae.
Lo grave del asunto es que la confianza civil en las instituciones del Estado es esencial, en términos de Seguridad, para una cooperación que permita afianzar políticas de Estado. El show, el alarde, los fuegos de artificio, finalmente logran lo contrario; porque además dan la idea que el enorme problema que tenemos en materia de Seguridad se puede resolver mágicamente por la vía del voluntarismo político,
Argentina necesita políticas que fortalezcan la confianza en el sistema republicano, con sus principios, su austeridad y su decoro: res non verba.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
Estado Libre Asociado de Vicente López.
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