domingo, 10 de noviembre de 2024

SHALOM AMIA, POR LA TV PÚBLICA, CUANDO NO TODOS LOS TERRORISTAS SON IGUALES

Hace un rato, hoy domingo 10 de Noviembre de 2024, en un zapping televisivo atiné a pasar por la TV Pública cuando se emitía el programa "Shalom AMIA". 


Con particular desagrado observé el registro de la visita de escuelas primarias de la Red Escolar Judía al mal llamado "Parque de la Memoria", ese lugar en donde la mentira de los 30.000 desaparecidos es un muro al que sobran los ladrillos y le faltan las verdades. 

Ariel Cohen Imach, director de Educación de AMIA, dijo a cámara que con la visita al parque los chicos "aprenden un montón" de lo que tiene que ver con el terrorismo de Estado. En tal sentido hizo mención al testimonio de familiares de judíos desaparecidos en Argentina, pero en ningún momento mencionó a las organizaciones terroristas ni los atentados de esas organizaciones; es decir no indicó que a la visita al parque se le haya dado a los chicos el contexto de la época. Y esa falta de contexto es una de las características que diferencian educación de adoctrinamiento. 

En un speach de extremo y ridículo pacifismo, por no llamarlo de otra manera, afirmó Cohen Imach que "matar a una persona significa terminar con un mundo y salvar a una persona significa salvar al mundo entero"

Añadiendo luego, que se espera que de la visita los chicos se lleven el mensaje de "respetar las ideas de otro, de nunca pensar que los demás no tienen derecho a expresarse, de que no importa a qué pueblo pertenecen o cual es su idea política, o cuales son sus gustos, todos los seres humanos somos igualmente valiosos y tenemos que convivir en paz"

En la señalada falta de contexto, esa frase que podría pasar por bienintencionada se torna digna de ser repetida en alguna película cómica por algún rabino disfrazado de hippie en medio de Gaza. Porque nadie decente quiere andar matando gente, pero en la realidad en la que vivimos, y basta a cualquiera abrir un diario (o un portal de noticias) la realidad es que en el mundo abundan seres despreciables que intentan imponer sus ideas y dominio por la vía del terror y combatirlos es un deber de pura preservación de la humanidad. Los judíos, se supone, lo saben mejor que nadie y no deberían olvidarlo. 

En Argentina, durante los años de plomo, la organización terrorista Montoneros, cuya comandancia militar entre 1978 y 1982 funcionó dentro del servicio de Inteligencia exterior de la dictadura de Fidel Castro (o sea que le cabe a sus acciones la etiqueta de terrorismo de Estado) hacía todo lo contrario de lo que Cohen Imach dice querer trasmitir a los alumnos. Montoneros no respetaba las ideas de otros,  negaba a los demás el derecho a expresarse, consideraban enemigos a personas por su pertenencia a otros pueblos, como por sus ideas políticas y hasta por sus gustos. Montoneros mataba en el convencimiento criminal que no todos los seres humanos somos igualmente valiosos y tenemos que convivir en paz. 

Y me refiero específicamente a Montoneros, como podría decir ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), solamente porque en las imágenes del muro al que le sobran ladrillos se puede leer en primer plano el apellido "Oesterheld". 


Tanto el historietista Héctor Germán Oesterheld como sus cuatro hijas: Diana, Beatriz, Estela y Marina, todos neutralizados durante la, según ellos, Guerra Revolucionaria (a la que yo elijo llamar Guerra Sucia) revistaban en la organización terrorista Montoneros. Al respecto la viuda de Oesterheld hizo años atrás esta declaración que sí debería explicarse a los alumnos de primaria y secundaria para entender el contexto de la época:

"La bronca se me mezclaba con el dolor, porque yo no podía entender que el hombre con el que habíamos sido tan felices, el escritor pacifista y democrático que había plasmado su amor al prójimo en todas sus obras, hubiera tomado partido por algo violento. Porque aunque él no lo fuera, era cómplice de los que lo hacían y ponía en riesgo a sus hijas. Héctor miraba a los jóvenes que querían un mundo mejor y exclamaba: 'Estos chicos son maravillosos'. Y yo le contestaba: 'Hasta ahí vamos bien, pero no podemos dejar que se expongan'. Si me hubiera escuchado..."

Karina Korob, coordinadora de programas y proyectos educativos de AMIA, hizo una afirmación que sin el debido contexto, como el que da el testimonio de la Señora Oesterheld, es una falsedad peligrosa: "Queremos acercar a los chicos que esto que sucedió nos pudo pasar a cualquiera y por eso es importante recordar para que no se vuelva a repetir".


Ciertamente cualquiera puede ser una baja inocente en cualquier guerra, pero en el transcurso de la guerra declarada por el terrorismo castrista contra la Nación Argentina los daños colaterales fueron mínimos; de hecho considerablemente menores, en número y en procentaje de error, a los que la necesidad entendible del Estado de Israel por prevalecer frente al terrorismo de Hamas y Hezbollah están causando en Gaza.

El punto es que no hay ninguna diferencia sustancial entre los terroristas que volaron la Embajada de Israel y la AMIA y los montoneros que volaron el comedor de la Policía Federal entre muchos otros actos criminales. Son la misma cosa horrenda, por lo que es un contrasentido protestar contra aquellos y lamentar la muerte de estos. 

En el programa, por testimonios de sus familiares, se mencionan los casos de desaparición de Darío Bedne, integrante de la organización terrorista Montoneros,  Víctor Norberto Galuz y Javier Grebel. No dispongo de datos sobre si Galuz y Grebel revistaban o no en en alguna organización terrorista. 

Si la visita al Parque de la Desmemoria fue la memoria selectiva que el programa mostró, si no ofrecen a los alumnos la posibilidad de comprender el contexto con otros datos y testimonios, me gustaría decirles a Ariel Cohen Imach y Karina Korob que no se priven de hacer el despropósito completo: digan también a los chicos que matar terroristas de Hamas y Hezbollah es terrorismo de Estado y no debe volver a pasar...

La Nación Argentina ejerció frente al terrorismo castrista su innegable derecho a ser y prevalecer, el mismo derecho que ejerce Israel en estos días. 

Aquí hace años, kirchnerismo y prevaricato sistematizado mediante en farsas de juicios contra los militares que vencieron al terrorismo castrista, se homenajea a terroristas como si fueran víctimas en vez de enemigos de la Patria y la humanidad. 

En el muro infame de ese parque hay muchos más nombres de terroristas que de víctimas, y allí mismo vimos al entonces Presidente Macri ir con el Presidente Obama a tirar flores al río por los desaparecidos, lo mismo que si hubieran tirado flores al río lamentando las muertes de los terroristas de Al Qaeda. 

Espero que alguna vez, a fuerza de verdad y memoria completa, nadie más haga el ridículo de lamentarse por lo que no debe.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.





miércoles, 18 de septiembre de 2024

LA PIZZA DE VICTORIA VILLARRUEL CONTRA LA INTOLERANCIA SETENTISTA


"Todo tiene que ver con todo"
Pancho Ibáñez




El mundo evoluciona permanentemente, pero algunas cosas fenecen y otras que deberían fenecer apenas si mutan. El sorprendente ataque contra los beepers de Hezbollah ha sido una operación tan espectacular como quirúrgica y novedosa. Siendo llamativa además porque convierte en mito la creencia de que las viejas tecnologías pueden eludir a las modernas. El localizador de personas fue toda una novedad de los 80's sobre los cableados 70's, que por supuesto fue quedando en desuso con el avance de la telefonía móvil y es prehistoria a partir de la globalización de la internet.

El fenómeno de las redes sociales, que para los más jóvenes es lo de siempre, puede hacernos perder de vista como eran realmente las cosas antes de la revolución de las comunicaciones, deformando el pasado y entorpeciendo el entendimiento de los sucesos como evolución. Y sin entender la historia, pues será muy difícil entender el pasado y mucho más aún proyectar el futuro.

Hoy ocurren cosas que a primera vista son ridículas, como el intento kirchnerista de cancelar a la pizzería "El Cuartito" porque atendieron amigablemente a la Vicepresidente Victoria Villarruel. 


Pero hasta esas muestras de intolerancia absurdas tienen un origen remoto que no conviene olvidar.

En la madrugada del 17 de Julio de 1998 las autodenominadas madres de Plaza de Mayo montaron una manifestación frente al domicilio de Jorge Rafael Videla repudiando el arresto domiciliario que le había sido concedido. 

En esa ocasión, Sergio Schoklender por entonces nuevo hijo de Hebe de Bonafini y abogado de esa organización de madres de terroristas expresó a Crónica TV lo siguiente:

"Yo creo que el paso siguiente, luego de repudiar esto y de hacer un acto en este lugar es también ir a la casa de cada uno de estos jueces, ir a los colegios donde estudian sus hijos, ir a las casas de sus familiares, y a cada uno señalarlos y recordarles que esos jueces son los que dictaron esta resolución que hoy permite que un criminal como Videla esté en libertad".

El delito de intimidación pública era evidente, porque el parricida Schoklender estaba incitando a la violencia colectiva contra los jueces de la Sala 1 de la Cámara Federal de San Martín. 

A través de un medio masivo de comunicación, un homicida en libertad condicional propuso que personas indeterminadas se dirijan a los domicilios particulares de los camaristas que fallaron contra sus deseos y les manifiesten repudio. Pero no conforme con ello, lo que de por sí era impropio de un abogado, pretendió que esas mismas personas acosen a los hijos de los magistrados en los colegios donde cursaban estudios, y los señalen por el sólo hecho de ser sus hijos y que igual actitud adopten con otros familiares de los jueces. Más aún, en su afán de exacerbar los ánimos no dudó en recurrir a la mentira que ponía en evidencia lo doloso de su proceder, ya que como abogado no podía desconocer las diferencias existentes entre el arresto domiciliario y la libertad, y afirmar -como lo hizo- que lo dispuesto por la Cámara había sido la libertad de Videla. 

Aquello no fue un hecho aislado, sino que sucedió en el marco de la metodología totalitaria, que dio en llamarse "escrache" implementada por colectivos de izquierda como el de hijos de terroristas. Esa intimidación publica quedó impune. Más allá de la potencial violencia física que podía generar, concretaba una violencia moral inaceptable en cualquier Estado republicano.

En todo tiempo y lugar la protesta tiene un límite, en una sociedad democrática el límite son los derechos de los demás y el respeto a las instituciones. 

Obsérvese que los escraches de madres e hijos de terroristas son la continuación política de la intimidación pública que las organizaciones guerrilleras, Montoneros y ERP principalmente, llevaron acabo en los años de plomo con atentados, secuestros, asesinatos y otras acciones criminales contra la sociedad argentina. Y en particular la secuela del asesinato, el 28 de Abril de 1974 (durante la Presidencia de Juan Perón) del Juez Jorge Quiroga, acción terrorista del ERP que tuvo el propósito de intimidar a los jueces para que se abstengan de juzgar actos del terrorismo castrista. Algunos jueces hasta se exiliaron.

Y tuvieron éxito los asesinos Raúl Argemí y Marino Amador Fernández, porque los jueces se encargaron de hacer saber que no se animarían ya a juzgar terroristas (Montoneros también los amenazaba) y esos dos homicidas fueron ridículamente indemnizados en la década del 90. 

Claro que el éxito de esos dos criminales que sobrevivieron en la cárcel fue la perdición de muchos otros, porque con los jueces temiendo venganzas fue que se descartó la vía tribunalicia en el combate contra el terrorismo.

Es un hecho que los militares no mataron a ninguno de los "jueces" que los encarcelan. Lo cual subraya la cobardía de esos funcionarios judiciales que pueden jugar a ser jueces justamente porque los militares ganaron la guerra. Es una gran contradicción argentina que la victoria sobre el terrorismo castrista haya generado una democracia corrupta donde el Poder Judicial devino Poder Prevaricador para que el país condene a sus defensores. 

Con la misma petulancia iluminada de la subversión vencida, hoy el kirchnerismo, que está en plan destituyente desde antes de las elecciones, y el resto de la izquierda fogonean la militancia de la intolerancia que vienen ejercitando desde el siglo pasado. 

Y aquí es donde cabe un llamado de atención, por aquellas cosas que siendo esencialmente ridículas no dejan de ser peligrosas. La de cancelar El Cuartito es la más cómica, pero también lo es el esfuerzo de la izquierda por aparatear la protesta inventando organizaciones como "jubilados insurgentes", o el de Página/12 promoviendo a la violenta pirómana lanzapiedras Daniela Calarco como ejemplo a seguir para la intimidación pública. 


Cuidado con dejar crecer esta clase de monstruitos con deficiencia moral y mental. Porque lo que no tiene la intención de hacer reír, puede parecer comedia al principio pero casi siempre termina en drama.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.





martes, 27 de agosto de 2024

SIEMPRE FUE POR DINERO




Se ha querido imponer que las condenas a quienes combatieron contra el terrorismo castrista buscan Justicia. No es cierto: siempre fue por venganza y dinero. Por dinero pusieron precio a la sangre de sus muertos. Por dinero demostraron ser capaces de matar a su madre (literal), o sacarle los ojos al hermano. Incluso si había ideología, la pasaron a valores...

No fueron 30.000, ni eran inocentes, fue guerra y es estafa con los desaparecidos. 

En esta coyuntura política creo conviente que tengamos claras las muchas razones por las que los liberales debemos reclamar la liberación de los presos del prevaricato. 

Por supuesto, no hay manera que un liberal no repudie la corrupción del Poder Judicial. Sin jueces honorables la República es una ficción y la Justicia una farsa. Ningún país con mayoría de jueces probos y eficientes llega a exhibir el grado de daño institucional, degradación cultural y miseria intelectual que alcanzó la Argentina en lo que va del siglo.

Ningún liberal puede avalar con su silencio la existencia del prevaricato y de jueces prevaricadores, en ninguna circunstancia. Y mucho menos en las circunstancias de nuestro país, sometido a la desmemoria por el falseamiento orwelliano de la historia que con el uso faccioso de los recursos del Estado implementó el kirchnerismo.

La posición liberal sobre el golpe del 24MAR76 la sentó el Ingeniero Álvaro Alsogaray cuando días antes del golpe publicó su rechazo a que se ejecute.

Alsogaray no fue oído entonces, ni por el resto de los políticos, ni por los mandos militares, ni por la abrumadora mayoría de los argentinos. Por lo que, lamentablemente, el golpe se perpetró con todas los consecuencias negativas sobre las que advirtió en su publicación.

Así que el ansiado golpe tuvo lugar y la población suspiró ilusionada porque al fin los militares se hacían cargo del desmadre. No fue un día de miedo, sino de alivio. 

Regía en nuestro país desde 1930 la doctrina y jurisprudencia de los gobierno de facto, que ante el hecho consumado de la caída de un gobierno de iure, legitimaba los actos del nuevo gobierno en función de la continuidad histórica del Estado, la revolución triunfante, etc.

Por ello y otras razones propias de vivir la época, los argentinos de entonces aceptaron, naturalmente, que el gobierno fuera ejercido por la Junta Militar. 

Y aunque hoy quieran presentarla como una "época oscura" de tinieblas y miedo, acá la vida siguió normalmente. 

Recuerdo que en esos días, estando en quinto grado de primaria, nos divertíamos camino a la escuela o en los recreos imitando la voz del locutor que había anunciado formalmente el golpe dando lectura al "comunicado número uno". Todavía hoy imposto la voz y lo evoco jocosamente cuando en alguna cuestión percibo intransigencia. La última vez que lo hice fue cuando la esposa de un amigo le puso los puntos con alguna cuestión trivial en pleno asado de amigos. Todos reímos y yo ligue el certero revoleo de un naranjazo por parte de la dama.

Más allá de recuerdos peronsales, los comercios siguieron abiertos, la gente iba a trabajar, de compras, a estudiar, a bailar los fines de semana, al cine (Lavalle era aún la calle de los cines), etc. 

La única excepción a la normalidad la padecían terroristas y afines, de quienes la sociedad estaba harta. Muy harta, con ganas de que los maten  todos.

Más allá de saberse al Proceso de Reorganización Nacional un gobierno de facto, nadie dudaba de la legalidad en las acciones cotidianas.

Pagar impuestos, presentarse al servicio militar, acatar fallos judiciales, todos los indicadores de autoridad siguieron igual. 

Cada tanto se conocía que algún terrorista, del ERP o Montoneros había sido neutralizado. Y si surgían dudas del porqué no hay al respecto frase más reveladora de la autoridad concedida al gobierno de facto que la que repetía el 99% de los argentinos: "Por algo habrá sido". Salvo casos muy puntuales, siempre era por algo.

¿Que nos indica lo hasta aquí expuesto? Pues que si para la población civil el gobierno de facto representaba la ley y el orden, no podía serlo menos para los jóvenes oficiales, suboficiales y soldados que cumplian las órdenes de los altos mandos militares viviendo inmersos en la disciplina de la subordinación castrense.

En consecuencia, si juzgando hechos de más de 40 años atrás se pretende que cabos y subtenientes pudieran y debieran reconocer mientras ocurrían las acciones qué órdenes eran ilegales y los condenan porque "no podían no saber", pues debería encarcelarse a toda la población.

De algún modo el kirchnerismo logró encarcelar a casi todos con excusa de pandemia durante su infeKtadura (cercenando más libertades que la dictadura militar); y eso nos deja una clara impresión de cómo sería cumplir la  hipotética condena. Fuimos un país de presos; y no durante la dictadura militar, sino durante la última dictadura.

Pero vamos a pasar de largo eso. Va por otro lado.

El punto es que si cabos o subtenientes veinteañeros son condenados porque "no podían no saber", pues tampoco podían no saber aquellos que como Eugenio Zaffaroni conferían ilusión de legalidad al Proceso oficiando como jueces tras jurar por sus estatutos.

¿Cómo podría entonces un joven militar suponer la ilegalidad del gobierno si abogados como Zaffaroni lo legitimaban al jurar por sus estatutos y ejerciendo autoridad en nombre del Estado que dirigía la Junta Militar?

Cito el caso de Zaffaroni porque gran parte del prevaricato sistematizado desde 2003 en los llamados "juicio de lesa" sigue los líneamientos de su hipócrita doctrina, que siempre del lado de la delincuencia, hace víctimas de los victimarios y victimarios de las víctimas.

Zaffaroni no está preso, ni siquiera fue destituido mientras fue juez como debió serlo por dictar fallos que son lisa y llanamente aberraciones tanto jurídicas como morales. Goza de su jubilación y libertad, como no pueden hacerlo esos jóvenes que ayer fueron cabos y subtenientes al servicio de la Nación Argentina.

No podemos resignarnos a que la cría de Zaffaroni, como una infestación de ratas, en complicidad con los que ponen precio a la sangre de sus muertos para cobrar del Estado estando a uno y otro lado del mostrador, sigan privando a la República de un Poder Judicial honorable.

Entender, al fin de cuentas, que ningún argentino debe sentir pena por habernos defendido de la agresión terrorista, manteniendo la voluntad de ser y prevalecer de la Nación Argentina.

Libertad a los presos del prevaricato.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


lunes, 20 de mayo de 2024

EN APOYO DE NUESTROS PRESOS POLÍTICOS, LA SITUACIÓN DEL CABO FLORES

Julio Narciso Flores

Julio Narciso flores con 19 años se enganchó como cabo de la Fuerza Aérea en El Palomar y aprendió mecánica de aviones. Especializado en mecánica de mantenimiento de aeronaves, Flores permaneció tres años y medio en la Fuerza Aérea, entre enero de 1977 y mediados de 1980, año en que pidió la baja porque prefería la vida civil. Durante su breve paso por la institución, se desempeñó en la I Brigada Aérea de El Palomar, primero en el escuadrón Tropas y luego en el hangar de aviones Guaraní. 

Desde que dejó la Fuerza Aérea trabajó toda la vida como mecánico de aviones, en el país primero y después en el exterior. 40 años después de la baja regresando al país en 2014 lo detuvieron en Ezeiza y en 2019 fue condenado a 25 años de prisión por el Tribunal Oral Federal 5 de San Martín. 

Su proceso, como el de todos los llamados juicios de "lesa humanidad" es parte del más escandoloso y silenciado prevaricato de la historia judicial argentina: Varias décadas después de obtener la baja, fue detenido y más tarde condenado por la acusación de Guillermo Marcelo Fernández un ex detenido que lo señaló por la fotografía 4 x 4 de su legajo personal como uno de los represores del centro conocido como Mansión Seré, en Morón. 

Guillermo Marcelo Fernádez

Esa es toda la "prueba", la declaración de un militante de la UES, léase Montoneros, que además cobró tres veces la indemnización del curro de los derechos humanos. Tal como reveló el notable trabajo investigativo de José D'Angelo, la primera tarasca se la llevó en julio de 1999, con el mismo número de expediente volvió a cobrar en febrero de 2007 y con otro expediente que inició en la Secretaría de Derechos Humanos volvió a cobrar en julio de 2015. Sumadas las tres indemnizaciones, Guillermo Marcelo Fernández cobró una suma actualizada de $ 38.306.366,29. 

Para tener clara la falta de derechos con que los jueces del prevaricato satisfacen la revancha terrorista, cabe recordar que en Agosto de 2022, cuando el Cabo Flores realizaba una huelga de hambre, la presidente del Tribunal Oral Federal N° 5 de San Martín,  "jueza" Claudia Morgese Martin,  intentó recluirlo en un neuropsiquiátrico, al que fue trasladado de modo intempestivo justo (¡Oh! casualidad) el mismo día en que Flores iba a recibir en su celda del Complejo Penitenciario Federal III de General Güemes, en Salta, a los diputados nacionales Alberto Assef (UNIR), Victoria Villarruel (La Libertad Avanza), Francisco Sánchez (Pro) y Carlos Zapata (Ahora Salta), que viajaron para conocer su situación.

Clauida Morgese Martin

Al no poder visitar a Flores en la unidad penitenciaria, los diputados se dirigieron al Hospital Neuropsiquiátrico Dr. Miguel Ragone y, tras reunirse con el director y el abogado del nosocomio, mantuvieron un encuentro con el detenido. Al llegar la noche, tras la presión de los legisladores, el exmilitar fue derivado al Hospital Militar de Salta. Sólo por eso Flores no es otro de los tantos presos de lesa cuyas muertes se han naturalizado bajo el manto de silencio y cobardía que encubre la venganza.

Alberto Assef junto a Julio Flores

Actualmente el Cabo Flores permanece detenido en el penal de Campo de Mayo y se procura sea trasladado cuanto antes al penal de Salta para estar cerca de su familia porque su señora se encuentra enferma. A tal fin, para solventar gastos de la defensa legal, el Centro de Estudios Salta, recibe las donaciones de quienes puedan contribuir.

BANCO PATAGONIA
CLIENTE: Centro de Estudios en Historias Políticas y Derechos Humanos.
Nro de Cuenta Corriente: 216- 216019477-000
CBU: 0340216200216019477007
ALIAS: IDEA.DOCTOR.FRUTA
Centro de Estudios Salta. 

Lo menos que podemos hacer.

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

miércoles, 15 de mayo de 2024

SOBRE LA CREACIÓN DEL "GRUPO ESPECIAL ANTINARCOTRÁFICO ROSARIO" (GEANRO).



Vía resolución publicada en el Boletín Oficial el Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, dispuso el 14MAY24 la creación en el ámbito de la Subsecretaría de Lucha Contra el Narcotráfico del Grupo Especial Antinarcotráfico Rosario (GEANRO).

En función de ello he recibido consultas sobre mi opinión al respecto y si la creación de ese grupo especial tiene algo que ver con la propuesta de creación del CoFFE, Coordinación Federal de Fuerzas Especiales (CoFFE).

En relación a lo primero, cabe tomar nota que, en los papeles, el GEANRO tendrá un objetivo bastante específico dirigido a la investigación criminal para colaborar con la Justicia Federal, el Ministerio Público Fiscal y más específicamente con la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR) redactando informes sobre "hechos relacionados con la criminalidad organizada en materia de narcotráfico y delitos conexos, a través del desarrollo y ejecución de acciones de investigación criminal, resguardando el marco de confidencialidad y reserva que rige toda la actividad de investigación e inteligencia criminal".

A ese fin, se dispone para la integración del grupo que se designen dos representantes de cada una de las fuerzas, quienes deberán contar con experiencia en áreas investigativas. Los nombramientos serán por dos años y los afectados seguirán rigiéndose por las normativas de sus respectivas fuerzas, también cada dos años rotará entre las fuerzas el rol de Coordinador General que, en un comienzo será desempeñado por la máxima autoridad del área competente en materia de drogas de la Policía Federal.

De lo expuesto cabe señalar que el GEANRO es solamente una instancia de coordinación interfuerzas abocada a un fin específico y no una nueva fuerza.  Lo cual es positivo porque como he sostenido en distintos artículos acá no hace falta crear ninguna nueva fuerza, más aún: hay una que viene sobrando y es la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que debería reconvertirse integrándola a la Policía Federal como una Dirección especializada. 

No es entonces el GEANRO ese esperpento vendehumo que fue el proyecto de ley de creación de una Agencia Federal Antinarcotráfico. 


Desde siempre sostengo que el Estado debe articular sus instituciones de modo armónico, conforme a un sólo fin que es alcanzar y sostener la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional para asegurar el estilo de vida que ella propone. Por ende el GEANRO como cualquier otra instancia de coordinación puede ser, y en teoría lo es, una  herramienta para el uso eficiente de los recursos estatales. Si logra serlo en la práctica es otro asunto, y ya lo dirá el tiempo cuyas sentencias son implacables.

Los términos de creación del GEANRO, proyectando un muy largo plazo (10 años, si se alcanzara a cumplir una ronda de rotación entre las fuerzas) asumen claramente la gravedad del escenario para un combate prolongado. Ese no es un dato menor.

Y en este punto cabe una acotación. Recientemente, Marcelo Saín, acaso el peor ministro de Seguridad que tuvo la Provincia de Santa Fe, afirmó que el narcotráfico "no se combate, se controla. Se combate en la guerra. No hay combate, hay control. ¿Por qué? Por ejemplo, yo era ministro de Santa Fe, mi objetivo no era que no haya narcotráfico en Rosario, era imposible, porque a la gente le gusta tomar frula, le gusta fumar un porro, entonces si a la gente le gusta eso va a tener mercado que le vende. ¿De acuerdo? Yo lo que quiero es que los narcos que vendan sean tranquilos, pacíficos y más o menos subordinados".


Los dichos de Saín contrastan de plano con la posición que declama la ministro Patricia Bullrich. 

La razón para combatir al narcotráfico es de orden filosófico y es la misma por la que se combate la esclavitud. No se lo combate pensando que sea una guerra que se puede ganar o perder, se lo combate por principio. De ahí que plantear ese combate en términos de "vamos a ganar la guerra" es funcional al narcotráfico, porque promete una victoria final que nunca llega y eso hace creer en el desgaste que todo esfuerzo es vano. NO LO ES. Esa guerra no se gana, del mismo modo que no se gana la guerra contra la delincuencia en general, ni se gana a la naturaleza humana. No es posible.  Ahora bien: NO SE GANA PERO TAMPOCO SE PIERDE MIENTRAS SE SIGA PELEANDO.

Luego, con Rosario como prueba a la vista de todos, es falso que el narcotráfico pueda ser "administrado" o "regulado" de otra forma que no sea combatiéndolo. Esa idea progre de facilitar el consumo como modo de mantener el control social negociando con los narcotraficantes, no es otra cosa que la piedra basal del narcoestado.

Cuando la política impulsa que el narcotráfico sea "regulado", lo único que consigue es corromper a las policías con todas las consecuencias que acarrea una policía corrupta.

Por eso hay una intransigencia moral que debe mantenerse a rajatabla y en tal sentido es vital pensar y obrar siempre a largo plazo. 

Finalmente, respondiendo la segunda inquietud, el GEANRO tiene en común con el Proyecto CoFFE ser una instancia de coordinación entre fuerzas. Pero CoFFE no está planteado para un escenario particular sino para operar en distintos escenarios y no necesariamente dentro del marco de una investigación judicial. 

Tiene el Proyecto CoFFE, además, un diseño institucional que para las Fuerzas Federales implica mucho más que integrar una comisión, entre otras cosas, compartir experiencias, doctrinas, técnicas, destrezas y entrenamientos para optimizar el rendimiento operacional específico de cada Fuerza Especial superando al mismo tiempo la carencia institucional que, al día de hoy, impide a las Fuerzas Especiales desempeñarse ensambladas con el grado de eficiencia requerido para la obtención del éxito en las operaciones complejas que son propias de tal empleo.

Para mayores detalles sobre el particular, leer:  



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

miércoles, 17 de abril de 2024

TERRORISMO: NOSOTROS Y EL MIEDO




Argentina en lo que va del Siglo XXI se gobernó contra sí misma haciendo todo para ser vulnerable. Y lo es. 

Conociendo esa verdad deberemos vivir durante años antes de recuperar niveles aceptables en los sistemas de Defensa, Seguridad e Inteligencia. Y la vida sigue.

Otra cuestión, particularmente grave para el momento actual, es que Argentina no ha sabido utilizar más que para lamentos y negociados su experiencia contraterrorista.

Aquí se ha victimizado a terorristas y condenado a quienes los combatieron. Cosa moralmente nefasta.

Desarmar un país para debilitarlo es fácil, y la prueba es que Alfonsín a instancias de Caputo inició un proceso de quita de capacidades a las FFAA que es lo único en que su incapaz gobierno tuvo éxito. 

Y luego el kirchnerismo se llevó puesto lo que quedaba sin ya ninguna resistencia.

Así llegamos el presente, por lo que la tarea que el gobierno afronta en materia de Defensa, Seguridad e Inteligencia es un desafío colosal, apurado además por el necesario giro en la relación con el mundo.

No emitiré juicio de valor sobre la idoneidad de gestión de quienes están al frente de los tres sistemas; hay lo que hay. 

Damas y caballeros que han seguido estos renglones: somos un país vulnerable pero tampoco existe país que no lo sea en alguna medida.

"El mundo es una aventura de riesgo, (me decía un mercenario) vive hoy sin miedo porque lo vivido es lo que no vas a lamentar cuando mueras mañana".

Y ya saben, si pintar tu aldea es pintar el mundo, pues el mundo cabe entero en tu aldea.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 
ESTADO LIBRE ASOCIADO DE VICENTE LÓPEZ

sábado, 6 de abril de 2024

LOS RADICALES Y LA COBARDÍA INTELECTUAL EN LA UBA


El 26 de Marzo el Presidente Javier Milei, disertando en el Foro Económico Internacional de las Américas, sostuvo que "la educación pública ha hecho muchísimo daño lavando el cerebro de la gente". Y sobre el marxismo que destila la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA ironizó: "Yo siempre hago el chiste de que si ustedes van a la Universidad de Buenos Aires, a la Facultad de Ciencias Económicas, y preguntan quién es Ludwig von Mises, le van a decir que es el 9 de Holanda. Para otros es el mejor economista de todos los tiempos junto a Murray Newton Rothbard. Eso sí, al barbudo alemán, al empobrecedor de Marx, sí lo conocen".



Esa declaración,  generó una catarata de réplicas, principiando por un comunicado al día siguiente en nombre de la carrera de Economía de la UBA, titulado "
La Carrera de Economía de la UBA frente a las falaces afirmaciones del presidente de la Nación", que lleva las firmas del director de la carrera, el radical Sebastián Katz y otras autoridades académicas, argumentando que "en nuestra carrera predomina una amplia libertad de cátedra y de pensamiento, sujeta sin embargo a rigurosos contenidos mínimos curriculares que destacados docentes respetan en sus cursos, más allá de la eventual diversidad de sus enfoques y aproximaciones teóricas". 

Ese mismo día a través de su cuenta de X, el economista y diputado radical Martín Tetaz rozó el paroxismo de lo idílico ensalzando la supuesta libertad de pensamiento en la UBA al escribir: "Justamente lo mágico de la universidad pública es que si no te gustan los contenidos de un profesor, podes inscribirte con el de la otra cátedra y si no se dan los autores que te gustan, podés como docente presentarte al concurso, ganarlo, e incluir el autor que quieras".

Más pragmático, el senador Martín Lousteau, el insólito presidente kirchnerista del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), fue por la defensa de la caja y la magia de los porotos [como eludiendo la cuestión de fondo], al decir: "Hay que dejar de buscar excusas que justifiquen el desfinanciamiento a las universidades que aplica este gobierno".

Ahora bien, según los radicales en cuestión, la UBA es un paraíso del libre pensamiento, pero resulta que al vicerrector de la UBA, el también diputado radical y ladero de Lousteau Emiliano Yacobitti, se le escapó un sincericidio al arengar enérgicamente con que "no es compatible educarse en la UBA y votar a Milei". Muy democrático el también boxeador aficionado que asevera querer golpear al vocero presidencial Manuel Adorni. 

El Presidente Milei haciéndose eco del sincericidio de Yacobitti, no se guardó la respuesta y fiel a su estilo la soltó en X: "Y después te arman cartitas idiotas con salames funcionales indignados negando adoctrinamiento en la UBA. Y luego aparece una de sus máximas autoridades con claro mensaje de adoctrinamiento. Muchas gracias @Yaco_Emiliano  por darme la razón en tan poco tiempo. VLLC...!!!".

El radicalismo hace décadas que se cree dueño de la UBA y solamente es cómplice de su decadencia. Ha elegido ser comparsa del kirchnerismo, y la prueba está en que todos estos adalides de la libertad de cátedra, que en realidad piensan lo mismo que vomitó Yacobitti, no dijeron otra cosa que no sea manifestar su beneplácito cuando en la UBA se prohibió pensar a contracorriente, imponiendo como regla de sumisión y adoctrinamiento la cobardía intelectual.

Porque en la UBA la libertad de pensar tiene los límites que impuso el kirchnerismo al pluralismo y la libertad de cátedra. Y son esos límites, puestos donde no deberían existir, los que determinan un adoctrinamiento que abarca toda la educación pública desde la salita de jardín de infantes hasta el claustro universitario. 




El 8 de Agosto de 2012 el Consejo Superior de la UBA, por resolución unánime, excluyó del programa UBA XXII a condenados y procesados por delitos de lesa humanidad. “Una clara expresión política”, dijo jactancioso el el entonces rector Rubén Hallú. Así, todos los consejeros, asesorados por Eugenio Zaffaroni, en ese momento ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se mostraron temerosos porque unos pocos individuos, privados de su libertad, pudieran ser sostenedores de un “discurso negacionista” que habría de postular en el propio seno de la Universidad la pretendida legitimidad de delitos masivos. 

Olvidaron, o quisieron hacer olvidar, que las convicciones democráticas se demuestran reconociendo los derechos del otro, en especial cuando ese otro nos causa aversión. Tal es la esencia profunda de los derechos humanos. Sin embargo, rondando la cobardía intelectual, los mismos que sin inmutarse dieron, dan o darían clases a parricidas, terroristas, narcotraficantes y tratantes de personas incurren en discriminación contra una parte específica de la población carcelaria; aquella a la que se endilgan delitos que  refieren un contexto histórico bien determinado y por motivaciones políticas. 

Pensar nunca es cómodo, ni debe serlo. Todavía vigente, ese pronunciamiento del Consejo, además de absurdo, implica una claudicación ética: demuestra que el pensamiento dentro de la Universidad de Buenos Aires queda limitado, sometido a parámetros de estricto no cuestionamiento. 

Curiosos intelectuales los que tienen por jactancia la alineación política y no la duda. Obrando como fundamentalistas han hecho de la cobardía intelectual la regla a seguir. Baja y triste medida para una casa de altos estudios.

Si los radicales no fueran los traidores a Leandro N. Alem que son, nunca se hubieran prestado a ser comparsa del kirchnerismo y hubieran alzado su voz para evitar que en la UBA se prohibiera pensar. 


Pero no lo hicieron. Al contrario: bregan porque se añadan proscripciones a las ya existentes. Porque una sola es formal, pero hay otras que son de hecho. No sólo le tienen miedo a las razones de hombres que hace rato doblaron el codo de la vida, le temen todavía más a las razones de los jóvenes que se rebelan contra los que quieren callar el grito sagrado del Himno Nacional: 
"¡Libertad, Libertad, Libertad!".

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

LA SONRISA DE JAMES COBURN

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