El perfil ideal de Presidente que necesita la Nación Argentina es Julio Argentino Roca.
Pero no hay nadie a la altura de Roca, porque tampoco hay algo como la Generación del 80.
Con el país degradado en sus instituciones, cultura e intelecto, no hay candidatos ideales.
En este contexto la política es más que nunca el arte de lo posible. Y el candidato posible para romper el esquema de poder de la casta política es Javier Milei.
Que quede claro: no es el candidato ideal.
Es un emergente de las circunstancias con pocas certezas y muchas incógnitas.
Ocurre que la mayor certeza del presente es que las opciones que ofrece la casta política garantizan la profundización de la miseria material y moral.
Por ende hay que patear el tablero porque el juego está demasiado viciado para corregirlo reordenando algunas fichas.
¿Me gusta todo lo que dice, propone y hace Miei?
No.
¿Tengo un candidato mejor?
No.
Ciertamente considero con mayor mérito a Ricardo López Murphy, pero oportunidad y conveniencia hacen que ya lanzada la intención presidencial de Milei cerremos filas ordenando la centroderecha alrededor de esa candidatura.
Por supuesto nada en esto es o será fácil.
Veremos si demuestra Milei capacidad de liderazgo suficiente para institucionalizar la entusiasta excitación tribunera en una organización política.
¿Tendrá modestia para eludir la obsecuencia siendo el primero en apearse del pony?
¿Sabrá reunir equipos?
¿Querrá y podrá contribuir a la unidad del centro a la derecha, entendiendo que la generalidad de los votanes suyos, de Villarruel, de Espert, de Píparo y de López Murphy los perciben pare del mismo espacio y los quieren unidos?
¿Lo entenderán los 5?
Esas y otras incógnitas deberán resolverse, porque un batacazo electoral es posible pero hay que trabajar mucho para que ocurra.
Mientras tanto CFK quema su muñeco para presentarse, más bipolar que nunca, como la oposición a sí misma dejando a los cambiemitas pegados al títere.
La estrategia del caos busca que en la confusión de país absurdo la casta política pueda reconfigurarse. Es la apuesta de CFK, Massa, Macri, Larreta, etc.
Que en ese juego se infle la candidatura de Milei para captarla o hacerla caer por desarrollarse sin método, es un riesgo.
Por todo esto Milei candidato a Presidente es una ténue esperanza con más incógnitas que certezas.
Y a pesar de esa fragilidad, lo endeble y turbio del escenario político gastando tiempo en arruinar Patria y vidas hace que valga la pena afrontar el riesgo.
No queda mucho más.
Es Milei.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.
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