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sábado, 25 de noviembre de 2023

MILEI Y BULLRICH, REFLEXIONES BILARDISTAS


Me pueden gustar o no las desginaciones de Javier Milei pero lo cierto es que fue él quien ganó las elecciones y siendo el Poder Ejecutivo unipersonal es el único que tiene la facultad de formar gobierno nombrando ministros. 

En tal sentido caben algunas reflexiones.

Si el Presidente electo Javier Milei, autodefinido "bilardista", hubiera decidido armar su gabinete sin integrar en él a figuras de otros espacios que contribuyeron a ganar el balotaje, estaría reduciendo su base de sustentabilidad del 55% del balotaje al 30% de las PASO.

Básicamente que no cometa esa torpeza es lo que lamentan los kirchneristas cuando quieren sembrar discordia y presentar a Javier Milei como dependiente del ex presidente Mauricio Macri.
   
Porque es mucho más fácil voltear a un gobierno con 30% de apoyo activo que a uno que consolida el 55%.

Y lo digo así, "voltear", con toda claridad y literalidad porque la sedición kirchnerista contra el gobierno del Presidente Milei fue planificada y comenzó a ejecutarse mucho antes que sea electo presidente.

Lo hemos previsto (leer nota).

Así es de puro pragmatismo la designación de Patricia Bullrich como ministro de Seguridad. Y en esa área en particular lo pragmático del bilardimo presidencial es evidente, diría incuestionable. Algo que no surge tan claro en otras áreas de gobierno que podrían ser puestas bajo conducción de ajenos a La Libertad Avanza. Por caso, de ser cierta la inverosímil versión de designar en Turismo a Daniel Scioli, el indigno doblado por Néstor Kirchner, sería un completo despropósito. Scioli es un perfecto ejemplo de los arribistas que llegan a la política y se convierten en casta. De la más pura y rancia casta política.

La de Bullrich no es, desde luego, una designación de mi agrado y así lo he manifestado (leer nota). Pero tiene una muy clara lógica bilardista, suma: los ministros son fusibles y la pelea prevista como dura requiere peso político específico en Seguridad que es uno, y el más inmediato, de los ministerios que disponen de "los fierros" para que el fusible resista y no dañe al Presidente.

No hay duda que Bullrich tiene peso político propio y a pesar de su propia torpeza salió fortalecida de las operetas en torno a la muerte del ahogado Santiago Maldonado. Por ende su presencia en una cartera sensible compromete en la defensa del gobierno a un espacio político de procedencia extra gobierno. Espacio cuya neutralidad seria en cambio, y aún sin proponérselo, útil a la sedición kirchnerista.

He dicho que la pelea prevista es dura, y por dura digo tal vez brutal,  porque no olvido que los organismos de derechos humanos de izquierda a pleno reivindicaron a las bandas terroristas en Plaza de Mayo el 24MAR17, ni los piedrazos contra la Policía de la Ciudad el 18DIC17, entre otros hechos manifiestametne antidemocráticos e intolerables. Y esta vez creo que si ven la oportunidad no van a esperar dos años, ni siquiera dos meses, para recurrir a la violencia e inventarse un relato de justificaciones.

Hay pues antecedentes claros para lo que podría ser un nuevo escenario de violencia política destituyente contra otro gobierno constitucional.

Y ahí, en ese escenario, no alcanza con oponer el 30%, debe ser el 55%. 

El riesgo con Bullrich es su voluntarismo, la voluntad sin método por la que siendo ministro de Macri  eligió rodearse de obsecuentes e inútiles como Gerardo Milman, razones por las que todo aquello que creía estar cambiando "para siempre" lo borró luego una firma de Sabina Frederic cuando el kirchnerismo recobró el poder.

Pero si ese es el riesgo que asumirá Milei nombrando a Bullrich, hay que ver como un reaseguro de lo que podría salir mal el mismo bilardismo del presidente electo. 

La personalidad de Milei me lleva a recordar una enseñanza del Dr. Mariano Grondona.

En 1984, nos explicó Grondona a sus alumnos de Derecho Político que todo presidente por muy condicionado que llegue a Casa Rosada entiende muy pronto que los tacos de los granaderos sólo suenan cuando pasa él. 

Alberto de la Fernández, por pusilánime, fue un títere de la viuda de Kirchner;  la excepción a esa regla. Es el único presidente que nunca entendió que los tacos de los granaderos sólo sonaban a su paso, por ende nunca asumió la Presidencia. Hasta Cámpora puesto por Perón como puente a su regreso, llegó a creerse presidente tomando decisiones con independencia de Perón. 

Con su personalidad, tan criticada y tan desnudada por la campaña sucia de Massa, Javier Milei no es ni remotamente un pusilánime como Alberto de la Fernández. 

Está claro que como Julio Argentino Roca o como Carlos Ménem, presidentes a los que elogia, Milei será presidente en ejercicio real durante todo su mandato.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


1 comentario:

  1. Agreguemos que fue la tercera candidata presidencial más votada y que su decidido apoyo público a Javier Milei, volcó la casi totalidad de sus votantes hacia LLA en vez de abstenerse o votar en blanco.
    También, que entre ellos, antes de las PASO hubo muy buena onda y hasta propuestas de integración tanto de Javier en JxC (que rechazaron los radicales) como de los Halcones en LLA, que rechazaron ellos por mantener la unidad de JxC.
    Son fuerzas muy compatibles y valientes.
    Además, la Seguridad le dará al nuevo gobierno los triunfos y la visibilidad exitosa mientras la Economía tardará más de un año en dar brutos visibles.
    Para mi, más allá de todo acuerdo, por el bien de Argentina los quiero juntos.

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