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miércoles, 6 de septiembre de 2023

VICTORIA VILLARRUEL, EL RECONFORTANTE ABRAZO DE LA VERDAD



Perdura en mí la sensación de bienestar por haber participado del acto en homenaje a las víctimas del terrorismo castrista que tuvo lugar en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires a instancias de la legisladora Lucía Montenegro y de la diputada nacional Victoria Villarruel.

La emoción del acto de homenaje a las víctimas del terrorismo en la Legislatura Porteña, se hizo notar en cada testimonio palabra por palabra. Algo tan sencillo como exponer un pesar y abrazar a quien lo sufre.

Ese era el fondo de la cuestión, el resto es anecdótico.
 
Era un deber de conciencia estar presente. Confieso que tenía que atender otros asuntos y no pensaba ir antes que se conocieran las amenazas de la izquierda, pero ante esa prepotencia totalitaria buscando prolongar la censura que el kirchnerismo impuso, a toda la sociedad desde el uso faccioso de los recursos del Esado para la desmemoria y el adoctrinamiento, debía ir.

Y anuncié que iría. Percibía, como escribí en Twitter, que iba a ser un día de gloria para la Derecha, y acertadamente me corrigió @jockerdigital diciendo "Más que para la derecha, para la ciudadanía honesta".

Fue, en efecto, una jornada de gloria para la ciudadanía honesta.

Ferrari, Villarruel, Saraspe, Montenegro, Larraburre.

Un respetuoso silencio que no pudo quebrar la gritería de la izquierda, acompañó la palabras de Lorenza Ferrari cuya hija Laura, estudiante de 18 años, murió en un atentado perpetrado mediante un coche bomba por Montoneros en 1975. Las de Graciela Saraspe, hija de Oscar, un trabajador asesinado por el ERP cuando coparon Santa Lucía, en 1974. Y las de Arturo Larrabure, hijo de Argentino del Valle Larrabure, el mártir del Himno Nacional, a quien los terroristas del ERP asesinaron con la impotencia de no haberlo podido doblegar luego de un año de secuestro y tortura, en 1974.

He ido a muchos actos por la memoria completa, organicé algunos, y se lo difícil que ha sido perforar el cerco de silencio mediático del relato oficial impuesto como verdad dogmática demonizando sin atender razones a quienes señalábamos sus contradicciones.

Por eso creo necesario destacar algunos nombres de quienes se mantuvieron firmes cuando la pelea parecía perdida: Cecilia Pando, Nicolás Márquez, Agustín Laje Arrigoni, Mónica Liberatori y tantos otros que supieron plantarse y sostenerse frente al embate de la desmemoria y el falseamiento histórico. Recuerdo especialmente el rostro ensangrentado de Fernando Siro como la cara misma de la Argentina agredida por la prepotencia intolerante de la izquierda.

Elena Cruz y Fernando Siro agredidos en 2003.

No fueron muchos, pero aquellos que en su determinación por la verdad nunca bajaron los brazos hicieron posible que la sociedad empiece a entender, aunque muy tarde, que desde 2003 fue estafada y robada por los mercaderes de los derechos humanos.

"Roban pero encarcelan" supo sintetizar hace ya mucho Jorge Asís el modus operandi del kirchnerismo para comprar la franquicia de los derechos humanos a la izquierda, con la misma claridad con la que señaló en estas circunstancias que era un error garrafal de la izquierda manifestarse contra el acto que organizaba Victoria Villarruel.

Todos advertimos, en este clima de final de época, que los de la izquierda tras años de hacer de idiotas útiles rentados para la corrupción del kirchnerismo, en su desconcierto por el fin de ciclo K no iban a dejar de ser idiotas útiles; no pueden evitarlo y lo fueron, gratis, para la tan demonizada Derecha.

Agradezco de corazón la idiotez de la izquierda por poner en boca de todos y en cada diario, radio o noticiero del país un acto que, como tantos otros, bien pudo haber pasado desapercibido.

Deberían ser nuestros agentes de prensa, tarea que nunca hicimos bien.

Les agradezco también que pusieran cerco a la Legislatura para impedir un acto que no pudieron impedir. Porque ver al zurdaje frustrado a los pies del General Julio Argentino Roca fue la más gráfica demostración de la situación; la postal del momento. 


La izquierda, que usa la democracia para atentar contra la democracia, es violenta y lo seguirá siendo; por eso rociaron con nafta a Lilia Lemoine, candidata de La Libertad Avanza, cuando concurría al acto. Arrojar nafta sobre alguien es, de mínima, una amenaza de muerte que evidencia en su crueldad un profundo desprecio por la vida ajena. Quedó clarísimo que no soportan la verdad, odian la Libertad y no son capaces de convivir democráticamente. Dos activistas fueron detenidos por la agresión, tenían preparadas dos bombas molotov.


Pero hartaron y ya no asustan. Muchos que antes no se atrevían a decirles nada, ahora alzan la voz cuestionando sus mentiras y engaños. Tal es el fastidio social para con la izquierda, anacrónica, violenta, totalitaria y parasitaria, que ya no tienen margen para volver a arrojar toneladas de piedras contra las instituciones republicanas, porque cuando arrojen la primera piedra la enorme mayoría de los argentinos desea y verá con beneplácito que la policía los reprima a palazos. 

Represión, en este fin de época, dejó también de ser una palabra prohibida.

Otro gran mérito de Victoria Villarruel al realizar el acto de homenaje a las víctimas del terrorismo castrista fue haber sacado la basura de debajo de la alfombra donde la escondía el kirchnerismo, y así quedó expuesta toda la intolerancia de la izquierda tira nafta y hasta la impunidad de criminales terroristas como Fernando Vaca Narvaja; quien tuvo el descaro, no sólo de pretender censurar el homenaje a sus víctima, sino de amenazar con más violencia y víctimas. En el colmo del sinsentido uno de los jefes montoneros del "animémonos y vayan", a los que nisiquiera les importaba la vida de la propia tropa, se presenta como "militante de DDHH". 


Que un terrorista montonero, esbirro de la dictadura castrista como Vaca Narvaja pueda impunemente hablar de "construir trincheras" es la más clara señal de todo lo que está mal en Argentina.

Terroristas montoneros hablando con la impunidad que les dio el kirchnerismo. Ahí lo tienen a Vaca Narvaja todos los progres y tibios que creen que no discutir el pasado puede garantizar algún futuro mejor.

Sepan que esta decadencia no es casual: un país que condena con saña a sus defensores entrega su futuro al enemigo. 

Hay que resolver el pasado para que nunca más sea de verdad nunca más.

"No pasarán", dicen los marxistas como ese asesino terrorista comandante de Montoneros.

Pero estamos pasando. 

Vamos a pasar.

Como siempre pasamos.

Hay vientos de Patria y Libertad.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.








2 comentarios:

  1. Acertado, breve y valiente homenaje a quienes pudieron rendir homenaje a las víctimas de la subversión castrista. Mi respeto.

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  2. No sé cómo figurar con mi nombre, que no es " anonimo". Soy Fernando Gallardo.

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