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martes, 8 de febrero de 2022

VENDER BUZONES (una modalidad de estafas online)




LA ESTAFA

El engaño es una de las tantas capacidades humanas. Tan importante que el General chino Sun Tzu escribió hace algo más de un par de milenios que: "El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca el enemigo, ha de hacerle creer que está lejo; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo".

La estafa es una forma de engaño tan antigua como el comercio, forma parte de las relaciones humanas, pero por la propia naturaleza solapada de la acción tardó en ser reconocida como una conducta disvaliosa. Se requirió un cierto grado de civilización para advertirla  y adquirió identidad jurídica gracias al desarrollo del sistema de justicia de los romanos. 

Así en el Derecho Romano se llamó "dolo" a la realización de todo tipo de maniobra engañosa tendiente a provocar un estado de error en la contraparte de un negocio. 

Distinguieron los romanos un "dolo bueno", consistente en los artificios de práctica usual en el comercio (como exagerar las virtudes de una mercancia), de un "dolo malo" caracterizado por el empleo de recursos que exceden los márgenes de práctica usual en los negocios. 

Es decir que el dolo tiene por finalidad generar algún grado de torpeza en la contraparte de un negocio, inducida por el astuto despliegue de medios engañosos. Ese despliegue de medios está siempre dirigido a explotar la impericia, imprudencia y negligencia de la contraparte.

El Código Penal Argentino describe al tipificar los delitos de Estafa y otras defraudaciones los procedimientos que integran un ardid: nombre supuesto, calidad simulada, falsos títulos, etc. Por su parte el Código Penal Español otorga una buena definición de Estafa al decir: "Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno".

Dado que la finalidad de este trabajo no es llegar a la instancia judicial, lo que supone la consumación de la estafa, sino entender la dinámica de una modalidad de estafa de las que se producen a través de la web, detectando vulnerabilidades del ardid que permitan neutralizar su ejecución, nos vamos a manejar con la clara definición española.


INTRODUCCIÓN AL ARDID

Y en relación a esa definición es preciso entender la dinámica del ardid a través de sus componentes: 

1) INTENCIONALIDAD: Maniobra dirigida subjetivamente al fin de engañar, no por casualidad.

2) COMUNICACIÓN DE FALSEDADES: Inducidas y como tales distintas a las falsas creencias que alguien se puede formar por sí sobre el resultado de cualquier negocio.

3) PUESTA EN ESCENA: No alcanza con la simple mentira o el mero aparentar pero tampoco requiere un despliegue "hollywoodense".

4) CEBO: Hay un atractivo que hace que el sujeto pasivo del ardid siendo víctima obre como cómplice involuntario.

5) DISTRACCIONES: Si la mano del mago es más rápida de la vista se debe a que la chica bonita que oficia de asistente atrae las miradas. La distracción mantiene a la víctima fuera de foco.

6) FRAUDE: Es la mecánica específica que permite al estafador acceder al objeto del ardid.

7) CONSUMACIÓN: Objetivo cumplido.

8) ESCAPE: Finalmente, cuando el estafador se realiza logrando su objetivo, la apariencia se desvanece y cuanto más tarde en desvanecerse manteniendo viva la expectativa del estafado, mayores son sus posibilidades de lograr impunidad.

Esa es, a grandes trazos, la dinámica con la que se ejecuta el ardid en las distintas modalidad de estafa. 

Ahora bien estimados lectores: ¿quiénes pueden ser víctimas de una estafa? Todos. Estafarnos a algunos será más fácil o difícil que a otros, pero nadie por avispado que sea puede considerarse a salvo de ser víctima de un astuto despliegue de medios engañosos. Téngase presente que si compañías de seguros han sido estafadas, es muy presuntuoso suponer que Usted y yo no podemos ser estafados. Porque, además, no siempre estamos atentos. De hecho, nos estafan cada dos años... ¡y siempre con los mismos artificios!


Dejando política al margen, la certeza de que podemos ser estafados debe ayudarnos a comprender que, algunas veces, cuando te toca perder es más por descuido propio que habilidad del otro. Podés amargarte o reírte de vos mismo. 

Cualquiera sea el caso, lo mejor es aceptar que aprendiste una nueva lección o te recordaron la que habías olvidado. De otro modo, es todo pérdida. Veamos ahora que conclusiones podemos sacar de un caso real.


COMPRAR UN BUZÓN 

En la simple modalidad de estafa online que concretamente analizamos los hechos se suceden en este orden.

1º La víctima realiza la búsqueda de un producto específico en la web a través de Google visitando sitios de comercio online, principalmente Mercado Libre. 

2º A consecuencia de esa búsqueda, la víctima comienza a recibir a través de redes sociales y otros sitios un bombardeo de publicidades ofreciendo el mismo producto, con anuncios de distintas firmas la mayoría de los cuales señala una franja de precios de oferta considerablemente menor que el que había arrojado su propia búsqueda, realizada en los sitios de comercios. 

3º Clickeando en uno de esos anuncios la víctima es dirigida a una página web con logo de Mercado Libre y opción de pago a través de Mercado Pago. Esa opción de pago a través de una empresa reconocidamente seria, hace que valide la oferta casi instintivamente. 

4º Realiza la compra, en este caso a un precio bajo que suponía una oportunidad, como las que se dan en los hipermercados cuando se desprenden de remanentes de stock. Y además, entrega gratis a domicilio en 48. ¡Un ofertón!

5.- Efectuado el envío de dinero a través de Mercado Pago la víctima recibe de inmediato un mail del supuesto vendedor anunciando la preparación del envío, y otro de Mercado Pago notificando la transferencia del dinero a la cuenta del vendedor. 

6.- Al día siguiente, la víctima sigue recibiendo publicidades emergentes pero en este caso las ofertas ya son a precio irrisorio. Si cayó una vez, antes de darse cuenta puede caer dos...  

7.- Vencido el plazo de entrega prometido, la víctima reclama la entrega de la mercadería al vendedor por medio del procedimiento dispuesto por Mercado Pago que otorga al vendedor un plazo de unas 72 hs para responder.

8.- Vencido también ese plazo la víctima informa a Mercado Pago que no habiendo recibido la mercadería ni comunicación alguna asumía que el supuesto "vendedor" era un estafador, solicitando a Mercado Pago facilitar los datos que obraran en su poder sobre la identidad del "vendedor". 

9.- Finalmente Mercado Pago dispone la devolución del dinero en la cuenta de la víctima, quien recibe la acreditación del dinero en su cuenta bancaria.

Puede apreciarse que en la operatoria se observan todos los componentes del ardid. Y no funcionaría si no fuera una modalidad que obtiene volumen de la masividad.


¿DÓNDE PONER LA ALARMA?

Si bien en esta modalidad de estafa online la víctima recupera su dinero, pierde tiempo y gana la mortificación de sentirse estafado. 

Ciertamente la víctima tiene varias oportunidades para advertir el engaño, pero como ocurre en toda estafa al estafado le juega en contra su propio interés. Ese interés es captado por el cebo que ofrecen publicidades emergentes y engañosas. Por lo que basta un descuido y la fascinación de lo instantáneo que genera la web para que, apurada e irreflexivamente, la víctima desembolse el dinero. Entonces ya es tarde, cayó. Y puede tardar en darse cuenta. 

El instante previo a confirmar el pago es el punto crìtico de la operatoria, porque al llegar a esa instancia la víctima ya no tiene defensa, está entregada a satisfacer el cálculo del estafador, pero es justamente ahí cuando debería recibir una alarma externa que lo avispe. Una pequeña y rápida encuesta ante de validar la transferencia que, al preguntarle sobre la operación que está completando, lo advierta sobre la posibilidad de un fraude. 

Por supuesto siempre es molesto encontrar una barrera cuando lo que se busca es inmediatez, pero una mínima advertencia antes de dar curso al dinero por parte de Mercado Pago sobre la existencia de publicidad engañosa en la web y una muy breve encuesta sobre el conocimiento que el comprador tiene del vendedor, podrían proteger su buena fe.

Luego Mercado Pago tiene la posibilidad de ser más o menos insistente con las advertencias conforme a las estadísticas de cada usuario de sus servicios. No es lo mismo liberar una transferencia de dinero para un usuario nuevo que para uno con acreditada trayectoria de cumplimiento. Como tampoco es lo mismo advertir a un usuario que hace sus primeras compras que a otro experimentado.


APLAUSOS PARA MERCADO PAGO

Dicho esto, cabe subrayar y destacar la confianza que genera Mercado Pago. La respuesta ante la evidencia del fraude fue impecable, cumpliendo siempre en tiempo y forma el protocolo ofrecido al cliente defraudado. 

Consejos finales entonces para los lectores de La Pluma de la Derecha: 

- En sus búsqueda a través de la web consideren engañosa toda publicidad emergente hasta tanto no puedan confirmar, fehacientemente, su seriedad. 

- Presten atención a que ver el logo de Mercado Libre en una publicación no significa estar tratando a través de Mercado Libre.

- Y parafraseando a la gran Lita de Lazzari, no se queden confinados a la pantalla: caminen. 

Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


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