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jueves, 19 de marzo de 2020

¿QUÉ HACE LA VICEPRESIDENTE CRISTINA FERNÁNDEZ EN CUBA?



El 9 de Marzo de 2020, el ministro de Salud Ginés González García declaró con gesto sorprendido: "Pensé que el coronavirus llegaría más tarde". 

El 11 de Marzo del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la infección causada por el coronavirus como una pandemia, instando al obrar responsable de gobiernos de todo el orbe. 

No obstante ello, unos días luego, el lunes 16 de Marzo, la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner viajó a Cuba, bajo pretexto de visitar a su hija; quien supuestamente sigue allí un tratamiento médico que la mantiene a salvo de presentarse ante los tribunales argentinos. Y por los posteos que "la nena" realiza en redes sociales, en particular ese del paseo con pañuelo verde abortista en un auto de museo (de los que desde la época de Batista siguen rodando para disfrute de los turistas), Florencia Kirchner no evidencia estar guardando cama ni situación alguna que pueda justificar el viaje de su madre.


Cristina Fernández tiene 67 años y eso la incluye entre el grupo de riesgo más afectado por la enfermedad que, al menos hasta ahora, son los gerontes, a lo que hay que sumar el riesgo que representa haber sido operada de cáncer de tiroides y padecer patologías psiquiátricas (trastorno bipolar). 

Ese mismo día en que la Vicepresidente voló a La Habana, el Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista Cubano, informaba que "Cuba realiza vigilancia epidemiológica por 14 días al 100% de los viajeros".  Lo cual, aplicaría también a Cristina Fernández; si su visita a la tiranía comunista fuera, como se informa, una cuestión meramente familiar. Algo que resulta dudoso. 

Y las dudas están dadas por el contexto. Hay que decirlo, resulta extraño que alguien que por su  posición política no podía desconocer lo que venía pasando en el mundo, y formando parte de un grupo de riesgo decida viajar a visitar a un enfermo acarreando mayores riesgos para la salud de ambos.

Luego, en la madrugada del 18 de marzo falleció en Cuba por causa del Covid-19 un paciente de 61 años y origen italiano que se encontraba internado en el Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kouri”, lo cual confirmó a Cuba en el mapa de la mortandad. Ante ese suceso, la dictadura comenzó a analizar médidas de control fronterizo más estrictas, aunque todavía, pese a ser una isla y mantener a su población cautiva, no se ha dispuesto el cierre de fronteras. 

Ahora bien, ¿qué hace la vicepresidente Cristina Fernández en Cuba? La versión oficial es naif, que visita a su hija enferma. La versión de los fanáticos kirchneristas más delirantes es que está en Cuba para traer la vacuna que científicos cubanos desarrollan junto a los chinos, o sea: nada más y nada menos para salvar a la Argentina del coronavirus. Por el contrario, algunos antikirchneristas argumentan que viajó a Cuba para "borrarse" y no estar aquí cuando todo estalle por los aires. Pero nada de eso resulta creíble.

Entonces, ¿qué hace la vicepresidente Cristina Fernández en Cuba? 

Pues bien, en mi opinión, no está allí por razones personales sino por razones de Estado definidas por los cubanos: está recibiendo instrucciones para incrementar el sometimiento de la Argentina a la dictadura castrista. 

Comprendo que sobrarán los escépticos que dirán que no, que exagero y que esto tampoco resulta creíble, pero los alineamientos políticos trabajosamente construidos no se deshacen de buenas a primeras, ni siquiera por una peste global, mucho menos las operaciones de infiltración y copamiento planificadas con criterios heredados de la KGB y ejecutadas con paciencia constante.


Hace años se observa a simple vista que el kirchnerismo continúa por la vía política el camino que, por la vía armada del terrorismo, transitaban organizaciones como Montoneros y ERP. Cuba, vencida en el monte de Tucumán y en cada calle de la República Argentina donde la guerra revolucionaria apareció y desapareció, se esforzó mucho tras el colapso de la URSS por armar el Caballo de Troya del kirchnerismo que le permita someter a la Argentina y parasitar de sus recursos como con Venezuela. 

Cristina Fernández no ha viajado por gusto a Cuba, aunque le guste. Ni por instinto maternal, aunque lo tenga. Ni para buscar una vacuna, aunque existiera. Ni para preservarse del desastre, aunque se preserve. 

Si Cristina Fernández de Kirchner, está en Cuba es porque durante la crisis debe estar presente en el puente de mando. Y el mando, el poder de decisión real sobre la Argentina, no está en la Casa Rosada sino en el "Palacio de la Revolución". 

Alberto de la Fernández es un títere. Tan irrelevante, que a todos los que presumen que se están haciendo las cosas bien y con ánimo chicanero preguntan cómo hubiera manejado la crisis del coronavirus el gobierno anterior, les respondo: 
- Exactamente igual a como la casta política lo está llevando ahora. Mauricio Macri o  Alberto Fernández no hacen diferencia. Para el caso son lo mismo. 
Mientras tanto Cristina Fernández sigue en Cuba y desde allí gobierna, porque el plan de gobierno sigue siendo el mismo que era: Argenzuela.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 





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