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miércoles, 7 de agosto de 2019

EL PENSAMIENTO CUADRADO




A tal extremo ha perdido la República Argentina su capacidad de pensarse en términos sustentables de proyección política, que es imprescindible cobrar conciencia de la necesidad de volver a lo básico, al "pensamiento cuadrado".

Por mucho tiempo buscamos el atajo y la genialidad de lo que saliera de la norma, sólo para descubrir que es mucho más fácil ser un idiota que un genio y que la velocidad a la que se propaga la estupidez es mucho mayor que la del contagio de la brillantez.

Ocurre que si desafiar la lógica en el arte puede conducir a la belleza, hacerlo en materia institucional sólo conduce a lo horrible.

Durante mucho años hemos juzgado al "pensamiento cuadrado", como una limitación. Pero hoy, cuando el principal problema del país es entender y superar la dificultad para alcanzar la irrestricta supremacía de la Constitución Nacional, es imperioso revalorizar nuevamente los márgenes de pensamiento y acción fijados por los constituyentes.

Pensar cuadrado es pensar dentro de esos límites, tener un esquema, organizarse en él, seguir un orden para ser previsibles en el corto, mediano y largo plazo. Estar encuadrados no significa abandonar la creatividad ni el ingenio, sino darles la mayor utilidad al mantenernos enfocados en lo esencial.

Volver a ser rígidos para que al destino lo rija nuestra voluntad antes que el azar.

Dentro de la Constitución Nacional todo lo útil, no hay nada que sirva por fuera de ella.

¡Constitución o muerte!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

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