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miércoles, 29 de mayo de 2019

LA METAMORFOSIS K DE JORGE MACRI


Allá por el año 2011, cuando el Estado Libre Asociado de Vicente López se alzó orgullosamente como un  bastión republicano contra la hegemonía del régimen kirchnerista, Jorge "El Forastero" Macri sirvió para poner fin a la pretensión de eternizarse, atornillado a la intendencia, de Enrique "El Japonés" García, un vecino radical devenido K. 

Jorgre Macri, el forastero convirtiéndose en japonés,
un caso de metamorfosis kafkiana.

En nuestro esfuerzo por defender a la República del proyecto totalitario de corrupción estructural, a los vecinos de Vicente López no nos importó entonces que Jorge Macri no fuera uno de los nuestros, conteniendo el espíritu localista lo votamos como Intendente a pesar de ser "extranjero", es decir: ni nacido, ni criado en Vicente López; ni siquiera vecino real del Municipio. 

Y aquel Forastero, en duelo con el Japonés, decía representar la nueva política prometiendo la proyección de una clara ética republicana, con hermosas palabras como estas: 


Tempranamente advertimos que Jorge Macri tenía tendencia a mentir, cuando en 2013 un gran cartel sobre Avenida Maipú anunciaba pomposamente "obra finalizada" y daba la bienvenida al  "nuevo centro comercial Puente Saavedra". Bastaba leer ese cartel y girar la cabeza en una y otra dirección para darse cuenta que era mentira. No existía entonces ese nuevo centro comercial, ni existe hoy. 

Mentira macrista en Vicente López.

En muchos sentidos vivir en la Ciudad de Vicente López es un privilegio y por eso mismo gobernarla bien no ofrece mayor dificultad. Es uno de esos raros municipios donde por principio las cosas deben ir bien, y esto significa que se necesita ser muy incapaz o muy corrupto para hacer una mala gestión tan desprolija que irrite a los vecinos. No hay mucho mérito en gobernar Vicente López, y por eso Jorge Macri, como antes Enrique García, fue reelecto en 2015.

Ya para 2017 la ética y el idealismo republicano que prometía representar Jorge Macri, era historia. Así el Intendente de CAMBIEMOS daba muestras de una metamorfosis kafkiana, y se kirchnerizaba... Como si Vicente López quisiera ser La Matanza, en los colectivos de la Municipalidad de Vicente López, ya se leía, no una sino dos veces, el nombre del Intendente, y en el Paseo de la Costa la Municipalidad de Vicente López repartía a los chicos libros para colorear con la imagen del Intendente Jorge Macri. Dije entonces, y repito ahora que el virus del personalismo no reconoce límites partidarios. No importa quien lo practique, está mal y no acepto excusas de ninguna ìndole.

Personalismo macrista.

Para 2018, como reafirmando el fracaso económico del gobierno nacional (esa lluvia de inversiones que fue sequía, el demorado segundo semestre, los brotes verdes que no brotaron y la inflación que no resultó tan fácil como livianamente prometía su primo Mauricio en campaña), a Jorge Macri no le alcanzaba el sueldo como Intendente de Vicente López, por lo que María Eugenia Vidal, como pagando favores, le habilitó otro conchabo presidiendo el Grupo BAPRO. 

Ahí fue cuando apareció la amnesia en forma expresa, explícita y obscena. Y como al igual que el ladrón el amnésico supone a todos de su condición, el Forastero, que fue jefe de la campaña electoral de María Eugenia Vidal, en una muestra de su "idoneidad" para administrar fondos públicos dijo que alguien pudo haber aportado en el 2015 y no acordarse..

Desmemoria macrista.

Aquella afirmación, absolutamente escandalosa e inaceptable para cualquier atisbo de conciencia cívica colectiva, que debió generar un escándalo y a mi criterio su inmediata renuncia o remoción, pasó casi desaparcibida. Como un furcio cualquiera disimulado en el mamarracho de todos los días. Se ve que la práctica de políticos y gobernantes que toman a los argentinos por idiotas tiene décadas y está tan afianzada que nada nos ofende.  

Pero ese cuadro de amnesia no quedó en otro mal paso, porque parece que ahora la amnesia de Jorge "El Forastero" Macri es total. 

Enviando al olvido sus palabras republicanas sobre los riesgos de permanecer mucho tiempo en el poder, y borrando con el codo lo que escribió con la mano (porque además de decirlo firmó un compromiso de no ir por un tercer período), Jorge Macri ha completado su metamorfosis kafkiana y transformado en otro Japonés García se exhibe dispuesto a permanecer en el sillón de la Intendencia. 

El plenario de CAMBIEMOS (nombre por demás pomposo para un rejunte de aplaudidores sin voz ni voto, limitados a seguir la voluntad de una camarilla) que tuvo lugar 28 de Mayo de 2019 en el Centro Asturiano, confirma que Jorge Macri está lanzado por la re-reelección. 

Ya en la apertura de las sesiones del Concejo Deliberante había hecho declaraciones en tal sentido, sin que ninguno de los obsecuentes amarillos que lo rodean se animara a recordarle que tenía la palabra y la firma empeñadas en no hacerlo. 

No será con mi voto que El Forastero se eternice. Espero sepa el electorado de Vicente López dar otra muestra de rebeldía frente a un cambio que resultó más de lo mismo. Pudimos romper la hegemonía K, debemos poder también con la hegemonía PRO de los cambiemitas. Ya sea por amnésico o mentiroso, un tipo sin palabra no puede seguir representando a Vicente López. 

Es tiempo que el Municipio tenga un Intendente honesto y representativo de Vicente López. Desde la humildad de mis medios propongo a uno de los mejores entre nosotros: el Dr. Arnaldo Bresciani.

Tenemos los vilopinos una idiosincrasia indómita que defender; ahora que el horizonte oscurece, volvamos a ser un faro de ética ciudadana, como necesita la República. 



Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 







lunes, 27 de mayo de 2019

LA MINISTRO QUE SE JACTA DE NO SABER


Ante la pegatina por el microcentro porteño de unos burdos afiches que, sin ningún mérito artístico, representan decapitados a  Patricia Bullrich y Cristian Ritondo, entre un texto que reza "buscada/o" y "aparición sin vida", la ministro de Seguridad de la Nación no tuvo mejor idea que postear su incertidumbre retórica en Twitter. 


Como haciendo un orgulloso repaso de aquellos que querrían darle muerte se pregunta públicamente la ministro: "¿Narcos? ¿Organizaciones criminales? ¿Mafias? ¿Grupos extremos que conciben la política como una guerra?", para inmediatamente luego asumir la pose de Juana de Arco, al afirmar: "Sepan que la lucha que encaramos contra la impunidad no va a retroceder ni un paso. No nos van a doblegar". 

Nada en esto es nuevo, ni las amenazas, ni el estilo, ni la sobreactuación de la ministro. Sin embargo, no deja de llamar la atención el modo en que Patricia Bullrich, al fin de cuentas, se jacta de no saber y da a entender que puede suplir el conocimiento con su todopoderosa voluntad de lucha...

Cabe subrayar que desde el inicio de su gestión, inexplicablemente, la  ministro Bullrich mantiene acéfala la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal (DNIC) Y eso significa, además de un marcado desprecio por los recursos técnicos y profesionales, que muchas de sus preguntas -las que debería formularse- quedan sin nadie que las responda.

Retórica al margen, es posible que si la ministro alcanza a cumplir aquella promesa suya de dar con los responsables del atentado contra la sede de la  mutual de suboficiales de Gendarmería, encuentre también a los autores de estos y otros afiches anteriores. Va por ahí la cosa, por la cuarta de sus preguntas sin respuesta, debería saberlo y debería decirlo.




En cualquier caso, si alguno de sus asesores en el Ministerio le profesara algún sincero aprecio, a riesgo de enfadarla, le diría que, ya sobre el fin de ciclo, ese voluntarismo en la pose de Juana de Arco no va más.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

viernes, 24 de mayo de 2019

LA FLOR DE LA MONTAÑA

Siempre he creído que morir subiendo una montaña en soledad, echándose a dormir agotado por el frío y el cansancio, sería una forma deseable y bella de morir.

Otros tres muertos en el Everest en medio de impresionantes atascos en la cima del mundo.

Pero no hay romanticismo en llegar a la cima del Everest para terminar muriendo en un embotellamiento de tránsito...

Claro que uno no siempre puede elegir su muerte, se diría que es un privilegio, pero saber vivir debería darnos un buen morir. Alguna vez, reflexionando sobre esa cuestión escribí estos pensamientos en forma de versos que no había titulado, hasta hoy, cuando -por esos resortes extraños de mi cabeza- al leer la noticia recordé una flor de Los Alpes que mis abuelos paternos guardaban en un libro:


LA FLOR DE LA MONTAÑA

Si hay una vida que merece ser vivida,
quizás sea la tuya; más ya no es la mía.
Igual no me quejo, debe haber allá arriba
alguna flor que ninguno antes jamás vio. 
Estoy tan cumplido que voy, la iré a buscar.
Sin decir adiós, es el tiempo de marchar, 
ya hice lo que pude hacer, también lo que no, 
no quiero seguir el largo camino llano, 
donde olvidan hasta sus sombras los ancianos,
prefiero la mochila al hombro y escalar.
Subir a la montaña, para no bajar.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía. 

miércoles, 22 de mayo de 2019

Empapar tinta en las páginas de La Prensa.


Resultado de imagen para ariel corbat no borro con el codo


Días atrás alguien me preguntó, un tanto extrañado, si yo era unitario. Lo soy. Cada tanto recibo la misma pregunta, siempre acompañada de esa sorpresa en quien la formula por haber supuesto que no podía ser. Y esta última vez acompañé la respuesta con un artículo de La Pluma de la Derecha: "Yo, el último unitario". 

Comento allí el libro de Ignacio Zubizarreta, "UNITARIOS Historia de la facción política que diseñó la Argentina moderna"; y señalo que, aunque salvando las distancias, confieso sentirme aludido  cuando Zubizarreta explica a la intelectualidad unitaria en estos términos:
"La pluma la tomaron no sólo para escribir poesías, sino también para difundir ideas y empapar de tinta las páginas de la prensa, colaborar en alguna agrupación literaria, reflexionar en aras de redactar una nueva constitución o inclusive, prestar la caligrafía al servicio de un bufete de abogados"
Pero eso de "empapar tinta en las páginas de la prensa", así en un sentido literal, me estaba faltando. Hoy encontrarán en la página 15 del Diario La Prensa la columna "Claves de la Seguridad" con el primer artículo, de una nueva etapa para mi pluma, titulado: "Cumplir la Constitución o seguir en decadencia, esa es la cuestión". Que muy feliz voy a enmarcar hoy mismo. 

Muchas veces hice notar la ausencia de periodismo especializado en seguridad y ahora tengo la oportunidad de contribuir en algo a cubrir ese vacío. 

Me alegra, además, porque anteriormente fui columnista de Infobae, hasta que me fue comunicado que mi nota de opinión "LUIS D'ELIA, ESE IDIOTA CON GANAS" no iba a ser publicada por considerarla insultante, dado el uso del calificativo "idiota" y el tono del texto. Desde luego no era insultante sino descriptiva, conforme al "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano". En consecuencia, como no borro con el codo lo que escribo con la mano, decidí dejar de escribir para Infobae

El Diario La Prensa fue fundado en 1869 por José Camilo Paz para servir a la República con la verdad y la honradez en aras de la libertad, el progreso y la civilización. 

No puedo sentirme más a gusto. 


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.


jueves, 16 de mayo de 2019

"ESCUCHAR EL HIMNO", un gran consejo del Dr. Mariano Cúneo Libarona



"...leer un poquito Beccaria, la Constitución, escuchar el Himno y después fallar conforme a Derecho"
 Mariano Cúneo Libarona


En la emisión del 15 de Mayo de Animales Sueltos por América TV, y ya pasada la medianoche, Alejandro Fantino preguntó al Dr. Mariano Cúneo Libarona si la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación respecto de la causa "Vialidad" era algo jurídico o político, obteniendo la siguiente respuesta:
"Yo creo que las dos cosas. Lo que creo es que todos estos muchachos tienen que leer un poquito Beccaria, la Constitución, escuchar el Himno y después fallar conforme a Derecho. Están para eso. El ministro de la Corte es el custodio de la Constitución, es el paladín de la Justicia; esos son los términos que ha utilizado la Corte en su historia", para rematar luego señalando que se debe salir de la confusión y obrar con claridad, porque sino la sociedad no cree en la Justicia.

Celebro la claridad con que el Dr. Mariano Cúneo Libarona supo señalar el sentido del deber que corresponde guardar a los jueces, pero muy especialmente celebro que haya hecho mención a "escuchar el Himno". Porque el Oíd Mortales, a través de los versos del Bardo de la Libertad, Don Vicente López y Planes, son mucho más que la manifestación de un sentimiento, son todo un mensaje sobre lo que significa ser argentino y las responsabilidades que surgen de serlo: responsabilidades de vida y muerte desde que la disyuntiva es "coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir".

Tanto así que el Himno Nacional fue considerado "fuente de derecho positivo y derecho ideal" por el Dr. Ricardo Levene, lo que nos llevó a la Dra. María Inés Calvo y a mí a escribir la "Teoría Romántica del Derecho Argentino" (El Himno Nacional como expresión de la Norma Hipotética Fundamental), siguiendo para ello los postulados de Hans Kelsen en su "Teoría Pura del Derecho". 

Teoría Romántica del Derecho Argentino
(El Himno Nacional como expresión de la Norma Hipotética Fundamental)
Calvo & Tamagnone

Tan lejos estamos de los ideales marcados desde la inspirada pluma de López y los Constituyentes de 1853, que el borrador de un acuerdo político, impulsado por el oficialismo, dedica uno de sus puntos al "respeto a la ley". Por supuesto es loable que gobierno y oposición procuren un acuerdo, pero debo señalar que da cuenta de nuestra condición de republiqueta, mostrando lo endeble de todo compromiso, que uno de los puntos a consensuar sea algo tan elemental como el "respeto a la ley"; lo cual ni debería discutirse. Lo resolvimos en 1853, como tantas otras cosas que -en nuestro incomprensible afán de involucionar- hemos vuelto a poner en duda y discutir absurdamente.

Cualquier analista comprende la imposibilidad de la seguridad jurídica en un país donde gobierno y oposición tienen necesidad de explicitar como parte de un acuerdo político el "respeto a la ley", eso certifica la endeble institucionalidad y que la casta política (incluyendo en ella a los jueces) considera que, en relación a ella, el cumplimiento de la ley es facultativo...

En este contexto, de confusión permantente, palabras sensatas como las del Dr. Mariano Cúneo Libarona tienen el gran mérito de volver a iluminar el camino correcto: es en efecto Cesare Beccaria, es la Constitución Nacional, es el Himno. 

Hay que escuchar el Himno.


Ariel Corbat*, La Pluma de la Derecha, 
un liberal que no habla de economía.

* J. Santiago Tamagnone (h), abogado -UBA-

domingo, 12 de mayo de 2019

EL FALSEAMIENTO HISTÓRICO DEL KIRCHNERISMO A CAMBIEMOS


https://www.argentina.gob.ar/noticias/11-de-mayo-dia-del-himno-nacional-argentino

A partir de sostener la mentira de los 30.000 desaparecidos el kirchnerismo, en tanto proyecto totalitario de corrupción estructural, falseaba íntegramente la historia argentina con la finalidad de diluir la identidad nacional y reemplazarla por cualquier relato conveniente a su perpetuación en el poder.

Así, durante 12 años infames, Argentina dejó de ser explicada por su Constitución Nacional para serlo por "Rebelión en la granja" y "1984", las más famosas novelas del genial George Orwell. 

Sin ninguna sutileza se llegó a sostener, por ejemplo, que la batalla de Ayohúma tuvo lugar durante las invasiones inglesas... Y ese absurdo, publicado en una página oficial del gobierno, al sólo efecto de justificar un "carnaval afro" en el Museo Malvinas (ver nota: CARNAVAL KIRCHNERISTA DE IGNORANCIA Y RACISMO).



La reacción cívica en las elecciones presidenciales de 2015 exigía volver a la República, que es decir a la racionalidad de sanear las instituciones, recomponiendo la cultura que en su degradación llegó a evidenciar hasta merma intelectual en los argentinos. Desde el nombre de la coalición que recibió el apoyo de esa reacción: CAMBIEMOS, se esperaba una decidida batalla cultural para romper la inercia del régimen; como modo de asegurar que no vuelvan nunca más. 

Sin embargo, el gobierno del Presidente Macri se ha negado sistemáticamente a dar esa batalla y el totalitarismo ensombrece nuestro futuro. A tal punto CAMBIEMOS ha sido reacio al cambio, optando por la kontinuidad, que la mentira base del poder kirchnerista se preservó con un entusiasmo injustificable, difícil de entender y de explicar. Entonces vimos en la Provincia de Buenos Aires que con el voto de todos menos uno de los legisladores de CAMBIEMOS se hizo obligatoria la repetición de la mentira de los 30.000 desaparecidos. María Eugenia Vidal, pese a llenarse la boca prometiendo hablar con la verdad, hizo un indecoroso silencio y ni ella ni el Presidente dieron paso alguno para cumplir la promesa electoral de terminar con el curro de los Derechos Humanos. Convalidando el falseamiento histórico kirchenrista, el propio Presidente acude cada tanto al mal llamado Parque de la Memoria para arrojar flores al río, como lamentando la muerte de todos esos terroristas que, al servicio de Cuba, quisieron hacer de nuestro país otra dictadura castrista. 

Y no hay cabida dentro de CAMBIEMOS para decir la verdad del número de desaparecidos, los dos casos más notorios de funcionarios que se atrevieron a decirlo, Juan José Gómez Centurión ("No es lo mismo 8 mil verdades que 22 mil mentiras") y Darío Lopérfido (“El fanático cree que si yo no digo treinta mil soy un negacionista, es la mayor canallada que escuché”), dejaron tanto de ser funcionarios como de revistar en CAMBIEMOS. 

En casi cuatro años ha quedado claro que Macri, Vidal y demás jerarcas cambiemitas, lejos de cortar toda inercia kirchnerista han obrado en cuestiones de fondo para conservarla. Eso puede ser por un mezquino cálculo electoral, por imbecilidad progre o por mera desidia; sin descartar acaso (hermosa palabra la palabra acaso) una combinación de esas tras cosas, que es lo que yo creo. 

En cualquier caso, es prioritario comprender lo importante que es hoy para el futuro defender la verdad histórica de cualquier deformación intencional o no. Un país habitado por gente que desprecie la verdad, aceptando ligeramente se reemplace su historia por cualquier relato, nunca tendrá ciudadanos, porque con la misma liviandad aceptarán a las normas de su Constitución Nacional como meras sugerencias que gobiernos de turno, jueces y otros funcionarios políticos o de carrera, puedan interpretar o aplicar según les venga en gana o convenga. 

Si no se aprecia la verdad en la historia, no se podrá valorar el sentido del esfuerzo puesto por sucesivas generaciones en la construcción de la Nación Argentina, ni su origen, ni su destino. 

Desde esa convicción estoy escribiendo estas líneas con enojo y desagrado, porque considerando al Himno Nacional como el máximo símbolo de la argentinidad, duele la superficialidad con la que el gobierno nacional a través del Ejército Argentino cuenta mal la historia de su creación, al sostener que Vicente López lo escribió en 1812. 

El musicólogo Carlos Vega, en su libro "El Himno Nacional Argentino" (EUDEBA, 1962) dejó perfectamente documentado que el Oíd Mortales fue escrito por Vicente López en 1813, refutando allí las endebles argumentaciones de Mariano Bosch quien supuso a 1812 como el año de creación del Himno con una lectura equivocada y confusa de la documentación existente.

La imagen puede contener: texto

Lamentable que el gobierno difunda esa falsedad histórica desde la página oficial del Ejército Argentino, en un artículo que no cita fuentes ni registra firma y que parece surgido de Wikipedia donde se incurre en el mismo error. Lamentable, digo y enfatizo, porque lo que en Wikipedia es simplemente un error, repetido en una página oficial dependiente del gobierno nacional es, por lo menos, desidia. 

Por todo lo expuesto, desafío a un debate sobre el origen del Himno a quien sea que haya autorizado la publicación de esa falacia.


Ariel Corbat*, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía. 


*J. Santiago Tamagnone (h), abogado (UBA), coautor junto a la Dra María Inés Calvo de "TEORÍA ROMÁNTICA DEL DERECHO ARGENTINO (El Himno Nacional como expresión de la Norma Hipotética Fundamental), Ediciones Nuevos Tiempos, 1998.



miércoles, 8 de mayo de 2019

LAS PALABRAS JUSTAS DE PATRIA Y LIBERTAD




Quiere la leyenda y la historia no desmiente que un día como hoy, pero en 1813, El Bardo de la Libertad encontraba las palabras justas.

Desde que el Triunvirato entendió que era imprescindible inflamar los espíritus con una canción patriótica, para que ninguno viva entre nosotros sin estar resuelto a morir por la santa causa de la Libertad, el Cabildo primero y la Asamblea del Año XIII después intentaron lograr esa canción. Pero no era tarea fácil lo que se quería lograr. Por primera vez en la historia un gobierno republicano se disponía a crear una canción patria.

Y el encargo en el que fracasaron sucesivamente Saturnino de la Rosa y Fray Cayetano Rodríguez, sin siquiera equiparar "La América toda se conmueve al fin" que en forma espontánea Esteban de Luca escribiera en 1810, recayó el 6 de Marzo de 1813 en Vicente López y Planes, poeta, combatiente en la Reconquista y Defensa de Buenos Ayres, abogado y diputado de la convencional constituyente.

Vicente López lo sabía. No hay decreto constitucional que tenga por sí mismo la fuerza de imponer un himno, de hacer que la nación lo cante. Un himno tiene que ser aceptado y amado por el pueblo. Si el poeta no encuentra las palabras justas, si no acaricia con ellas el alma del pueblo, no hay autoridad en la tierra que pueda hacer que esas palabras tengan algún valor. Nunca se había hecho antes porque era una locura hacerlo, era más fácil esperar que surgiera en algún momento. Pero a lo mejor, por nuestras propias dificultades para organizarnos, de haber esperado todo se hubiera perdido.

En esa época no había otra forma de escuchar música que alguien tocando en vivo, el teatro o las bandas militares, así que hacer que una canción se vuelva popular podía llevar años, y eso, siempre y cuando fuese un éxito.Un éxito descomunal. Como La Marsellesa. Pero eso no se puede planear, incluso hoy con todos los medios de difusión al alcance de la mano sería difícil hacerlo.

Y a Vicente López lo abrumaba no poder encontrar las palabras justas, escribía hojas y hojas que terminaba haciendo bollos y descartando. Nada le parecía lo suficientemente bueno. Debía ser mejor que De Luca, De la Rosa y Fray Cayetano Rodríguez, porque debía estar por lo menos al nivel de La Marsellesa. Esa era la música que tenía en la cabeza y también el molde de la letra. Claro que no debía ser una copia, Francia ya existía, no necesitaba presentarse al mundo, en cambio nosotros…

Éramos de existencia dudosa, en el mejor de los casos. De ahí que no encontrar esas palabras deprimía a Vicente, por lo que el 8 de Mayo sus amigos para levantarle el ánimo lo llevaron a la Casa de Comedias. Luís Ambrosio Morante protagonizaba esa noche el “Antonio y Cleopatra”. Morante, acaso el primer gran actor argentino, enfatizaba con cada pasaje patriótico del drama la candente actualidad. Vicente permanecía serio. Enfundado en su saco de grandes cuellos y solapas, ajeno a los aplausos y exclamaciones con los que, bajo el incentivo del hábil comediante, a cada rato se levantaba el público de sus asientos.

Hasta que al fin del segundo acto, López, desoyendo los ruegos de sus amigos abandonó la sala intempestivamente. Algo se había despertado en él. La inspiración. Ese huésped que no visita de buena gana al perezoso, según Tchaikovsky.

Por suerte López no era perezoso. Corrió por las calles, envuelto en su roja capa sin reparar en charcos ni barro. Él, que se creía abandonado por la inspiración de las musas, estancado en la opresión de una atmósfera húmeda y pesada, que se veía a sí mismo laxo y abatido, sin luz ni nervio en la mente, sentía de repente la inspiración y sus oídos poblarse de voces.

“Muerte al invasor”, repetían gritos que nadie más escuchaba atravesando las paredes bajo el eco lejano de disparos y sablazos. Quería retener cada palabra, y desde el Cabildo le llegaba la voz de Saavedra al emitir su voto en Mayo del diez: “Que no queden dudas que es el pueblo el que confiere la autoridad o mando”.

Y al mismo tiempo sabía que no eran las palabras sino el espíritu el que debía dejar fluir. El viento húmedo que venía del río le erizaba en frío la piel. “Ni ebrio ni dormido debe tener impresiones contra la libertad de su país”, escribió Moreno, que descansaba en el fondo del mar.

Se sentía avasallante, capaz, dueño al fin de las palabras.

“Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola la mandé hacer celeste y blanca”, rugía Belgrano bajo la misma inspiración. El pecho le ardía, le quemaba, y sus manos pulsaban la seguridad de escribir las palabras justas. “¡A la carga mis valientes!”, sentía que ordenaba su sangre cual San Martín en San Lorenzo.

El estruendo de rotas cadenas se le hacía merecedor de ser escuchado por la humanidad en pleno.

Entró a su casa empujando puertas hasta el escritorio donde la pluma y el papel lo esperaban. Y allí, por fin, Don Vicente López y Planes, el poeta de 29 años, estampó su corazón en el papel dictándose, una a una, las palabras exactas que la revolución esperaba.

Esas mismas palabras que fueron grito de guerra y sangre en el campo de batalla, sueños de paz en el sudor laborioso para el progreso, lágrimas de emoción y agradecimiento, canción de cuna y canto fúnebre; lo mismo que la más trascendente de las alegrías.

Porque está escrito, como ley suprema de la Nación desde el 11 de Mayo de 1813, que Argentina será Patria mientras alguien siga vibrando a los gloriosos acordes del Himno de López Planes!


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.

lunes, 6 de mayo de 2019

UN SOLDADO DE JOHN CONNOR




Voy a morir. Y eso es bueno. Soy un hombre y lo hermoso de la vida es sentirse un destello de eternidad sin ser eterno, porque la inmortalidad sería un padecimiento insoportable. Ni mi cuerpo ni mi alma podrían tolerar una existencia infinita.

Pensé eso, celebrando mi condición de humano antiguo, al escuchar desde Youtube la exposición de José Luis Cordeiro Mateo sobre Singularidad, Inteligencia Artificial y Robots en el Cuarto Congreso de Empresarios APD (Asociación para el Progreso de la Dirección - España). 


Imposible para mí compartir entusiasmo por la perspectiva de "curar la muerte" convirtiendo al ser humano en algo que en lugar de parecerme más que humano me resulta menos que humano. Sin duda el futuro ofrecerá maravillas dignas de ser disfrutadas, pero ¿la eternidad?, ¿la constante juventud?, ¿todos los cerebros conectados a una misma red?, ¿abandonar la carne por un cuerpo robótico? Eso no es nada maravilloso, sencillamente porque es demasiado "feliz", y la idea de un mundo feliz habitado por "más que humanos" recuerda lecturas de Aldous Huxley y Theodore Sturgeon.

Luego está esa cuestión de la asepsia de laboratorio, de querer matar el habla con una comunicación telepática que suprima las palabras por lo instantáneo del  lenguaje binario. Eso es, con otro envase más sofisticado, el mismo delirio totalitario descripto por Georte Orwell en "1984" que buscaba reemplazar el pensamiento por la obediencia instintiva. 

¿Y la poesía? ¿Y el romanticismo? ¿Y la pasión? La sangre no es aceite. La robótica al servicio de la humanidad es bienvenida, pero no como reemplazo de hombres y naturaleza.  

Y no. No reconoceré derechos a nada que no sea humano. Si ese es el futuro elijo desde ya ser un soldado de John Connor.


Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha,
un liberal que no habla de economía.